https://www.youtube.com/watch?v=re4icu2NXO8
Christian Dior apela directamente a la mocedad en Poison Girl, la reciente versión de Poison que acaba de ver la luz.
Este nuevo ‘veneno’ se adscribe al árbol genealógico del primer Poison (1985), al que siguieron Tendre Poison (1994), Hypnotic Poison (1998), Pure Poison (2004) y Midnight Poison (2007), por citar sólo los más destacados miembros de la gran familia tóxica. Ponzoña subyugante, esta vez con el rostro de la modelo-barra-actriz Camille Rowe y bajo el lema “I am not a girl, I am poison”. Dicen que tienes veneno en la piel…
Poison Girl se describe como ‘gourmand’ (esto quiere decir dulzón y comestible, un día hablaremos de porqué todos los perfumes para jovencitas abundan en esta tónica) con acentos de naranja amarga. A este contraste, se añaden notas de rosa, vainilla y haba tonka.
François Demachy, creador estrella de Dior con una veintena de caldos, y satélite para Ungaro, Fendi, Givenchy o Acqua di Parma, firma esta creación provocativa, sexy e insolente.
Ilustra la fragancia el trotón recorrido de Rowe por distintos ambientes nocturnos de Nueva York, la ciudad que nunca duerme, con la energía que da el poison. Un clima muy concreto que atempera el líquido y lo lleva a ebullición.
El director creativo SO ME firma el código visual del spot, que se comunica con el del packaging en una suerte de recreación de la nocturnidad y la alevosía.
Todo es juventud y diversión. “Libertad, igualdad, sensualidad”, proclama Camille en su cuenta personal de Instagram, donde acumula 137.000 seguidores mientras escribo estas líneas. Todo un canto a la joie de vivre en forma de alegato gráfico que, desde luego, encarna a la perfección los valores de este perfume –y de algunos más-.
La casa presentó el perfume oficialmente en el club Les Bains de París, en olor de multitudes y personalidades como Devendra Banhart, Blanca Lee, Aymeline Valade o Catherine Baba.
Precio: 135 euros / 100ml.