Un nuevo informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos ha puesto sobre la pista sobre cuáles son los factores que logran retrasar el envejecimiento. Llegar a viejo no es malo; al contrario, es un síntoma de vida. Lo que es malo es envejecer en malas condiciones.

Hasta ahora, muchas e importantes obviedades en el horizonte, como la de la carne procesada. Pero es que había gente aún sin darse por enterada.

La OMS, una vez más, nos dice que el modo de vida influye en todo lo que nos sucede a lo largo de nuestra existencia. Y si nos cuidamos, nuestra vejez será mejor.

Uno de los puntos en los que incide la OMS es que entre 2015 y 2050, la proporción de la población mundial con más de 60 años pasará de 900 a 2.000 millones, lo que representa un aumento del 12% al 22%. Y, aunque creamos que nuestros mayores gozan de mejor salud que sus padres y abuelos, no es del todo cierto; lo que sí ha aumentado, es la esperanza de vida. En España, por ejemplo, según los últimos datos de INE (Instituto Nacional de Estadística), 1992 y 2013, que son los últimos disponibles, la esperanza de vida de los hombres ha pasado de 73,9 a 80 años y la de las mujeres, de 81,2 a 85,6 años.

Sin embargo, la cuestión no es cuánto vivimos sino cómo vivimos. De nada sirve vivir muchos años si la calidad de vida no es buena. ¡Y nadie quiere llegar a viejo con mala salud física y emocional! La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), que el pasado mes de septiembre presentó un manifiesto por el envejecimiento digno sostiene que “es el momento de replantearnos la importancia y el valor de un envejecimiento digno y vital”. Nadie puede estar en desacuerdo con esta idea, claro, pero ¿cómo la ponemos en práctica?

CONSEJOS MEDICOS

Dra. Angeles López Marín del Centro Rusiñol

La doctora Mª Ángeles López Marín, directora del Centro Médico Rusiñol y miembro de la SEME rechaza de plano la idea de que ser mayor es igual a ser frágil. “No pretendemos tener 20 años, pero lo mismo que cuidamos nuestro cuerpo por dentro (alimentación, ejercicio, vitaminas…), debemos cuidarlo por fuera de forma que nos sintamos bien con nosotros mismos y que la imagen que nos devuelva el espejo se asemeje a nuestra imagen mental”.

Aunque algunas variaciones que se observan en la salud de las personas mayores reflejan su herencia genética, la mayor parte de ellas se debe a su entorno físico y social, ya que el ambiente en el que se desenvuelven es el que determina los hábitos de salud. Una persona nacida en un entorno desfavorable tiene más propensión a presentar problemas de salud, tanto físicos como emocionales.

Por eso, nuestro estilo de vida es el responsable de parte de la salud o la enfermedad que vayamos a tener en un futuro. Por ejemplo, algunos problemas crónicos remiten cuando se disminuye el tabaco, el alcohol y, por ejemplo, hacemos ejercicio.

La doctora López Marín insiste en que la dieta mediterránea es la más saludable y completa y que no debe faltar en nuestra vida:

Fruta y verdura, que aportan beneficios para la piel, el pelo, los dientes y la digestión.

Carne, pollo y pescados, cuyas proteínas son imprescindibles para el correcto mantenimiento de los músculos y los órganos de nuestro organismo.

Pescado azul: el Omega 3 que contiene reduce el colesterol, es antiinfalmatorio y previene la ansiedad.

Frutos secos: contienes vitaminas B, E, Omega 3 y antioxidantes que son la base del antienvejecimiento.

Al tiempo, hay que evitar: tabaco, alcohol, sal y azúcares refinados y un exceso de sol.

ejercicios envejecimiento antiaging

Ejercicio, siempre, sea mucho o poco; aunque sea caminar media hora cada día. “Quien mueve las piernas, mueve el corazón”, ¿os acordáis? Además, el ejercicio físico, afirma la doctora López Marín “es la mejor herramienta hoy en día para retrasar y prevenir las consecuencias del envejecimiento, así como para fomentar la salud y el bienestar de las personas”.

Y lo último, pero no menos importante, es la apariencia. ”El hecho de sentirnos bien con nosotros mismos (sin pretender tener 20 años) es un factor determinante para conseguir nuestro bienestar emocional”. Por ello, hay que vigilar las manchas en la piel. Si tienes lunares es esencial. Por ejemplo, mi dermatóloga me vigila cada uno de los lunares que tengo (y tengo muchos, os aseguro) y si se me pasa la fecha de la revisión, ¡me regaña!

Y la hidratación es vital también. No olvidemos que las personas mayores tienden a beber poco; así que hay que animarlos a que beban un par de litros de agua al día.

Por eso, cuidarse de joven es la mejor manera de cumplir años con dignidad.