¿Un gigante empresarial preocupado por el deterioro del medioambiente? ¡Sí, por favor! Los megaemporios son, por definición, quienes más necesitan las políticas de ahorro energético, reciclaje y reducción de emisiones nocivas.

Goliat, digo, Gargantúa, digo, L´Oréal es una de las compañías comprometidas en reducir significativamente sus emisiones de carbono. Tiene todos los datos Jean-Paul Agon, CEO de la etiqueta.

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“L´Oréal está dispuesta a demostrar que el rendimiento y la responsabilidad pueden ir de la mano. Trabajamos para aportar nuestro granito de arena en lo relativo al calentamiento global, habiendo reducido el 50,2% en términos absolutos de nuestras emisiones de CO2 desde 2005 hasta 2014, incrementando nuestra producción en un 22% en el mismo periodo”, puntualiza Agon.

Con 43 plantas y 153 centros de distribución en el planeta, la compañía produce 6,3 billones de unidades de cosméticos al año. Es importante destacar que cinco de las plantas, la de Burgos (España), Libramont (Bélgica), Rambouillet (Francia), Settimo (Italia) y Yichang (China), así como 3 centros de distribución en Australia, ya han alcanzado la neutralidad en el impacto medioambiental.

Para reducir el consumo de energía, todos los nuevos edificios de L´Oréal deberán ceñirse a los últimos estándares de edificación sostenible. La meta es lograr una reducción del 20% por cada producto acabado desde 2011 a 2020, para lo que se está atacando desde dos frentes: la integración de las opciones de transporte de bajas emisiones y el desarrollo e implementación de planes de transporte optimizados. En paralelo, están empleando energías renovables en países como Bélgica, España, Alemania, Italia, China y EE.UU.