Cuidarte en el contexto de la belleza no tiene por qué salir por un ojo de la cara. Nuestra propia nevera ofrece soluciones satisfactorias al alcance de todos los bolsillos y creatividades, limpias de químicos nocivos y tan controladas como la comida de una madre que te quiere. Siempre al servicio de la experimentación empírica y el bienestar, os cuento algunas recetas caseras de belleza para hacer tu misma: DIY (Do It Yourself) que he probado en mis propias carnes y cabellos con un resultado notable.
Recetas de belleza natural probadas y aprobadas.
- Aceite de coco. Harto conocido en fórmulas comerciales y en toda clase de trucos de belleza, algunos con celebritie de turno. El aceite de coco tiene un sinfín de beneficios para la piel. La única pega de las lociones del mercado son el resto de ingredientes, a veces irritantes para las pieles sensibles. Así que, ¿por qué no ir directamente a la fuente? El aceite de coco se consigue con facilidad en herbolarios. Lo puedes aplicar con moderación (para no quedarte como a punto de pasar a la freidora) con las manos o bien empaparlo en un algodón para usarlo en zonas localizadas (codos, talones…). Es genial para combatir las estrías y, en muy pocos días de uso, deja la piel tan suave, tersa y elástica como la de un capullo de seda.
También se puede usar como acondicionador de pelo.
- Exfoliante con azúcar moreno y miel.
- 1 cucharada de azúcar moreno.
- 1 cucharada de miel.
- Aceite de coco.
Fantástica receta exfoliante con ingredientes que solemos tener en casa. Aunque la mezcla de azúcar y miel pueda sonar muy pegajosa, se aclara a la perfección sin dejar ningún residuo.
La miel es un humectante natural que ayuda a retener la hidratación en la piel. Después de usar esta mezcla, la piel queda suave, lisa, ¡y con un olor fantástico!
- Mascarilla de clara de huevo.
Sí, hay algo un poco primitivo en aplicarse un embrión de huevo sobre la piel. Pero los huevos son ricos en nutrientes, como la riboflavina y el magnesio, activos fetenes para combatir las arrugas.
Separa la yema de la clara. Cocina la yema (que no es cuestión de derrochar) y ponte la clara sobre el rostro. Batida resulta más fácil. La primera sensación es bastante desagradable; el olor puede resultar ingrato, queda un brillo como de lacado de muñeca antigua y la piel se tensa de un modo extraño al secarse la clara. Es al retirarla cuando se perciben los beneficios: la piel aparece más jugosa y luminosa, con aspecto saludable.
- Mascarilla capilar de aceite de oliva y miel.
- 1 cucharada de miel.
- 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen.
Este ungüento deja el pelo oliendo como la masa de churros y además requiere un par de “champunadas” para evitar la sensación de grasa. Eso sí, al retirar la pócima, el cabello queda ultra suave y ligero. Especialmente recomendable para pelos secos, rizados y porosos; si no es tu caso, añade menos aceite a tu fórmula casera.
- Desmaquillante de ojos natural.
- 1 cucharada de hamamelis (puedes comprarlo en herbolarios)
- 1 cucharada de aceite de oliva.
Desmaquillante barato, sin aditivos químicos problemáticos (como el dióxido de titanio), sin impacto sobre el medioambiente y apto para las pieles más sensibles.
El hamamelis reduce la inflamación, las venas varicosas y las bolsas de los ojos.
¿Preparada para realizar tus cuidados de belleza con recetas naturales? Si estás vaga y prefieres abrir el tarro y no comértelo demasiado, tú misma.