Ponte a cubierto del sol con un protector solar adaptado a tu fototipo de piel. Observa con cuidado la etiqueta solar y vigila el factor de protección que te vas a llevar.
Reaplica tu bronceador tras cada baño en la playa o la piscina y no tomes el sol en las horas centrales del día.
Por favor, no te quemes que ya llega el sol… Y el sol que más broncea es el que está más próximo al atardecer.
En vacaciones, existen un millón de cosas que hacer. Tomar el sol puede perjudicar tu piel y la de los que tienes alrededor.