Mi amigo David siempre ha estado muy acomplejado por su pequeña “lorzita”, un pequeño michelín que aunque hacía régimen, iba al gimnasio y hacía de todo, jamás se le iba. A su hermana después de tener dos hijos le salieron unas cartucheras que por mucho que su entrenador las trabajaba, nada de nada… Y a su madre le salieron unas bolsas en los ojos que ni con los contornos de ojos más carísimos del mercado ha conseguido eliminar.
Así contado parece que estamos hablando de tres problemas completamente distintos. Qué tendrá que ver las bolsas de la madre con las cartucheras de la hija? Pues sí, una pequeña cantidad de grasa localizada.
Pero ¿qué les ocurre a estas personas cuando les pasa esto? Pues que siempre están con la misma historia. ¿Me opero? ¿Me merece la pena para esto con todo lo que conlleva meterse en un quirófano? ¿Para eso te vas a operar? Y van al gimnasio, hacen dieta y la cara se les queda calavérica, las piernas como del Biafra y el michelín sigue en el mismo sitio, sin cambio alguno. A esto se une el miedo al quirófano sobre todo cuando el problema no es tan grave.
¿Qué le pedirían esta familia a Aladino si se les apareciera por la noche en su casa? Pues está claro “por Dios quítame este michelín/ojera o bolsa sin ir a un hospital, sin pasarlo mal y sin esfuerzo”. ¿A qué parece imposible? Pues os vais a quedar muertos/as porque con el nuevo tratamiento Liposoft se consigue. Consiste en introducir con anestesia local (como la que utilizan los dentistas), una fibra óptica más pequeña que una aguja a través de la cual se genera un efecto térmico que genera la vaporización de los cúmulos de grasa no deseados y que se eliminan por el cuerpo de forma natural. Después se hacen una sesiones de drenaje.
Este tratamiento, al no extraer nada, tiene todas las licencias para poder hacerse en un centro de belleza, en este caso en el de Carmen Navarro en Madrid.
No es para gente obesa, para personas que tienen una gran barriga, sino para los que tienen un poco de grasa localizada, como dos hamburguesas más o menos (unas buenas cartucheras, unas bolsas, unos flancos…). Pero no te extraen nada, tu cuerpo los elimina los días posteriores a la intervención.
El tratamiento lo hace un cirujano plástico y una máxilofacial, aunque sea en un centro de belleza, bueno en este caso, un centro médico-estético.
A David se lo hicieron hace un mes y está encantado. Su hermana se ha apuntado al ver el resultado y su madre también pero a ella no se lo pueden hacer porque no vale para todas las bolsas de los ojos. Si éstas tienen pliegues no se puede. Pobrecilla, está muerta de envidia.
A mi personalmente me parece un gran avance porque tanto los hombres como las mujeres tendemos a acumular grasa en zonas localizadas y que por mucho que entrenes y hagas régimen, te adelgaza todo menos eso. Y claro, operarte para tan poco a veces no merece la pena, sobre todo para los miedosos.
Precio: Aproximadamente unos 2300 euros
Dónde: En Carmen Navarro (C/ Sagasta, 21). Tel: 914455256