En la primavera-verano 2015 la piel será la gran protagonista, se imponen los rostros muy naturales, con una aparente ausencia de maquillaje. Pero las apariencias casi siempre engañan, y conseguir este efecto requiere un exhaustivo trabajo con los pinceles. Nos lo han contado Baltasar González Pinel y Maite Tuset, Director Artístico y Senior Artist de MAC y lo corroboramos echando un vistazo a la pasarela para la próxima temporada. En la naturalidad está la clave.
Cutis traslúcidos, que emanan luz. Se busca una piel homogénea pero de una manera creíble, con ligeras diferencias de tonalidad en las distintas partes del rostro. Pero en un maquillaje tan natural, cada detalle tiene que trabajarse al máximo y el corrector es el rey, siempre aplicado con mucha precisión zona por zona.
Hay una constante preocupación por buscar la realidad, rostros como lienzos de pintura realista hasta el extremo. Cuando hay pecas naturales, se maquilla para no taparlas, pero cuando no están, se pintan una a una.
También se utiliza mucho el gloss y texturas en crema para conseguir ese efecto húmedo sobre la piel. Pero ojo, no confundir con los brillos propios de las pieles grasas, ese efecto jugoso como de piel húmeda, no aparece en la zona T, sino en otras partes como las mejillas y en los párpados. Se huye de los polvos y de los acabados mate.
La preparación previa de la piel antes del maquillaje también juega un papel muy importente, las cremas hidratantes se eligen en función de ese resultado jugoso que se quiere conseguir. Y si se lo que se busca es un efecto piel ligeramente bronceada, el bronceador se aplica antes de la base de maquillaje.
Las cejas cuidadas, pero naturales, las pestañas sin máscara y cuando aparece el colorete, es en tonos nacarados. Los labios sin ningún color, sólo con una buena hidratación y en algunos casos, con polvos iriscentes. ¿Qué os parece la no tendencia?