Recibimos con los brazos abiertos un nuevo movimiento cultural algo edulcorado, que viene directo de Estados Unidos y con la sensibilidad como bandera. Son los twee, amantes del DIY -hazlo tú mismo-, de los cárdigans de lana, la verdura y la fruta ecológica, el cine de culto, la repostería artesanal… Y aunque a primera vista pueden recordarte mucho a los hipster, no te equivoques, se oponen radicalmente a ellos.
El término para designar esta tribu urbana viene de cómo pronuncian los niños pequeños la palabra inglesa sweet (dulce), y es que los miembros de este movimiento son dulces y agradables en el trato, sensibles, educados y comprometidos con el mundo en el que viven.
No son una tribu nueva, seguro que tienes más de una persona a tu alrededor que se ajusta perfectamente a la definición twee, pero el último libro escrito por Marc Spitz, Twee: the gentle revolution in music, books, television, fashion and film (Twee: la apacible revolución en la música, los libros, la televisión, la moda y el cine) ha puesto nombre y apellidos a éste movimiento urbano y ha centrado su atención mediática.
Spitz, gurú de la modernidad, sitúa el nacimiento de la estética twee después de la Segunda Guerra Mundial. Walt Disney, y todos los que como él apostaron por la fantasía, fueron los precursores de una cultura construida a lo largo de 70 años con referentes como Anna Frank, los escritores J.D. Salinger o Sylvia Plath, la música de Belle and Sebastian y Morrissey o el personaje de animación Charlie Brown. Entre los iconos de nuestro tiempo para esta tribu urbana están la actriz Zooey Deschanel o los universos creados por el director de cine Wes Anderson.
Marc Spitz sitúa a este movimiento cultural con un ojo puesto en el pasado, en el lado completamente opuesto de los hispter, a los que critica duramente. Según él los hispter se creen intelectualmente superiores, no tienen conciencia ecológica, son una fachada moderna sin ningún contenido. Un twee es amante de lo eco, recicla, conoce los mejores mercadillos, mantiene muchos vínculos con su infancia, visita a menudo a su abuela, dedica tiempo a hacer postres y a tejer sus propias bufandas y gorros, se enamora hasta las trancas y pasea en bici con aire melancólico.
Aman a los gatos y a los pájaros, si hubiera que elegir un instrumento musical que los identificara, sería el ukelele, les gusta la música y el cine, leen libros, estudian carreras interesantes aunque no tengan buenas perspectivas laborales. Su filosofía va más allá de un corte de pelo o una estética determinada.
¿Te sientes twee?