En verano los ánimos se relajan, llega el destape y los picores en la zona íntima y las cistitis pueden amargarnos esos días hechos para el disfrute del cuerpo y de la mente. Para que los excesos estivales no te fastidies las vacaciones, aquí tienes unos consejos de experta para que lo único que te pique este verano sean los mosquitos.
La doctora Sheila Argüelles, ginecóloga del Hospital Sanitas La Moraleja, en una interesante charla organizada por la marca Chilly nos despeja dudas y nos da las claves para una correcta higiene íntima diaria.
Sorprende la cifra, sólo un 9% de las mujeres españolas utiliza productos de limpieza específicos para la zona genital, frente al 69% de las italianas. Quizá se debe a que muchas mujeres piensan que en la zona no se debe utilizar nada, sólo agua y otras consideran que esos productos son solo para momentos específicos como infecciones.
Nada más lejos de la realidad, la doctor Sheila Argüelles insiste en que debe lavarse diariamente igual que el resto del cuerpo. Eso sí, cuando se habla de higiene íntima nos referimos a la zona genital externa: vulva y vagina. La zona genital interna “se autolimpia, por lo que solo en condiciones especiales, cuando existe alguna patología y con la prescripción de un ginecólogo, se debe hacer algo distinto”.
Se recomienda lavar la zona con geles específicos, sin jabones y con sustancias hidratantes, que respeten el PH normal. Esta rutina diaria contribuirá además a evitar que aparezca el picor y la irritación. Eso sí, tampoco pasarse, un exceso de higiene en la zona es contraproducente, lo recomendable es 1 o 2 veces al día, nunca por encima de eso.
Un 20% de las consultas diarias que reciben los ginecólogos están relacionadas con la vulvovaginitis, o lo que es lo mismo, la inflamación o infección de la vulva y la vagina que pueden causar picor, escozor o inflamación. El flujo vaginal y su flora bacteriana protegen la zona íntima de las infecciones, pero ésta puede verse alterada por distintas causas, toma nota e intenta evitar las que puedas:
– Toma de antibióticos o de anticonceptivos orales.
– Mantener la humedad en la zona, mucho cuidado con los bañadores mojados.
– Utilizar diariamente salva-slips.
– No cambiarse de ropa después de hacer deporte.
– Utilizar ropa muy ajustada.
– Utilizar productos que lleven mucho perfume.
– La depilación en la zona.
– Las relaciones sexuales.
– Y un exceso o falta de higiene.
Pero en verano no sólo aumenta la vulvovaginitis, en la cistitis tenemos otro de nuestros campos de batalla. Para evitarla, no lleves el bañador mojado, bebe abundante líquido y orina siempre después de la relación sexual. El arándano rojo, ya os lo hemos contado muchas veces, es un aliado fantástico.