Vivo en Madrid y me invitaban a probar el tratamiento Desayuno con Diamantes de Kanzah Beauté en Barcelona. Cómo todavía no practico la teletransportación. Ainss, qué rabia!!! La cosa es que la sesión sonaba muy bien. Entonces, me acordé de mi amiga Isabel Juncosa, una de las periodistas de belleza más expertas de Barcelona, y pensé que lo mejor sería que lo probara y ella misma nos lo contara a tod@s . A veces tengo asociaciones mágicas.
Hace unos días recibí la llamada de mi amiga Beatriz Peña, para pedirme un favor maravilloso, un favor que acabas siendo tú la agradecida desde el primer momento. Me invitaba a testar en su lugar un tratamiento facial de Kanzah en Barcelona, ya que ella no podía, y me pedía que luego contara mi experiencia.
Desayuno con Diamantes de Kanzah Beauté, el nombre del tratamiento ya prometía y por supuesto la marca también, ya que se trata de una gama de cosmecéuticos, esa cosmética que se mueve entre la medicina estética, la farmacia y por supuesto la cosmética, con texturas sensoriales, orgánicas y con una alta concentración de activos de hasta un 40% en algunos productos. Desde luego acepté encantada.
Me puse en contacto con la responsable de Pure Comunicación… (como veis aquí todo es pureza) y cerramos día y hora para el tratamiento.
Antes quise informarme bien de qué era lo que iba a probar y entonces es cuando me empezaron a asaltar las dudas. Estaba claro que se trataba de una puesta en forma de la piel antes de exponernos al sol, pero en la explicación detallada de la Nota de Prensa decía claramente que se realizaba una microdermabrasión con punta de diamante y en ese instante supe que no era el momento adecuado para mi piel: madura, blanca y que al día siguiente pensaba inaugurar la temporada de playa para tumbarme al sol.
Bueno, pues con todas esas dudas llegó el día D de Desayuno con Diamantes. Soy preguntona por deformación profesional, así que después de los saludos cordiales, me puse muy seria y empecé a disparar mis preguntas, porque aunque sé que la dermabrasión es un peeling intenso y la punta del diamante tiene mucho glamour, mi lado oscuro proyectaba la idea de despellejar mi piel con un sofisticado taladro… bromas aparte y con grandes dosis de paciencia, Eva Sánchez, directora técnica de la marca me contó que es un tratamiento activo pero no invasivo, que se adapta por igual a pieles jóvenes como maduras porque es una microdermabrasión muy superficial, que permite un peeling intenso y profundo. Así que ya más confiada me tumbé en la camilla bien calladita y me dejé hacer.
Primero Eva limpió mi piel con un ritual a base de lociones y aguas florales suaves y refrescantes, lo que ya me conectó con la magia sensorial de sus aromas. La segunda fase es la microdermabrasión en sí, lo que al final me resultó incluso relajante, ya que desplaza la punta de diamante por cara y cuello, eliminando impurezas, oxigenando y descubriendo la luminosidad que se esconde debajo de esa capa grisácea que nos deja el invierno.
Luego Eva extendió un producto de masaje y empezó un trabajo manual de Roullage Francés, que me dejó medio catatónica durante los diez minutos que duró. De hecho me contó que es un masaje que despega los tejidos con una acción neumática, de manera que reactiva la síntesis de colágeno, drena, moviliza la retención de líquidos y activa la microcirculación de la piel.
En este punto de relax absoluto me extendió una mascarilla de alcanfor y menta, muy refrescante y además purificante. Mientras tenía la mascarilla en pose, Eva no dejó de masajear mi cabeza, manos, brazos y pies. Retiró la mascarilla y aplicó una hidratante con filtro solar, pidiéndome que no tomara el sol en 24 horas. ¿Y ahora qué os preguntaréis? Pues no puedo mentiros, porque lo que más me sorprendió es que llegué al Espacio Kanzah Beauté con unas ojeras no solo marcadas… sino lo siguiente y al mirarme al espejo habían desaparecido como por arte de magia. Eva me contó que el masaje de Roullage me borró las ojeras, pero sobretodo me dijo que al llevar gafas todo el día la presión que ejerce el puente de las gafas con las plaquetas cierra el lagrimal y retiene líquidos, de manera que los párpados se hinchan y aparecen las ojeras.
Y también me contó un truco para que esto no pase, quitarme las gafas varias veces al día y masajear con los dedos el lagrimal con ligeras presiones, parpadear mucho y ¡listo!. Al final el tratamiento no es solo un Desayuno con Diamantes, sino que puede ser todo el verano con una piel de perlas, más luminosa, se aclaran las manchas y con un bronceado más uniforme. Una experiencia que recomiendo a las amantes de la cosmética natural y los tratamientos slow ¡pero efectivos!.
Precio: 75 euros.
Duración de la sesión: 60 minutos.
Kanzah- Beaute
C/ Bailén, 109 – 3º- 1ª
Barcelona
Tel: 93 208 02 85