El cuticle y nail tattoo va sumando adeptos, después de Ciaté, Bourjois es la última marca en sumarse a la moda de las pegatinas en la uña y en las cutículas como extensión del nail art que, como nos descuidemos, terminará llegando al codo. Tatuajes de pega, hechos con rotulador a golpe de pulso, de henna o para toda la vida -o hasta que el láser os separe-. Cuando se trata de decorar el cuerpo, el único límite está en nuestra imaginación.
Los nail tattoos de Bourjois se pueden utilizar sobre la uña, en las cutículas o cruzando la primera falange desde la punta del dedo. Los lanzan en dos formatos, Calligraphic Kit con motivos inspirados en la naturaleza (flores, hojas, libélulas, búhos…) y Graphic Kit inspirado en el origami (triángulos que se multiplican, círculos envolventes, abstracciones vuales…).
Cada kit contiene 3 planchas de tatuajes en 3 tamaños (pequeño, mediano y grande), en total 180 tatuajes. Se coloca sobre la uña esmaltada y perfectamente seca y se humedece con la ayuda de un algodón para hacer la transferencia a la uña o la piel. Después recomiendan aplicar un top coat para que duren más.
Precio: 7,99 euros.
Si pasas de pegatinas y tienes buen pulso y destreza con el dibujo puedes optar por lápices especiales de maquillaje –Faber Castell tiene uno- y tatuar en cutículas, dedos, manos, pies o lo que se te antoje.
La henna natural -recordad que la natural no es henna negra, la negra es peligrosa- volverá a vestir las manos con la llegada del verano. Decoran el cuerpo desde hace miles de años y florecen con los calores estivales por eso de que se lucen más centímetros de piel. En diseños elaborados que recorren toda la mano o en sutiles cutticle tattoos que quedarán marcados en tus manos durante 2 o 3 semanas.
Pero si lo tuyo son los idilios para toda la vida, hay quien decide grabar la piel de los dedos de manera permanente. Pequeños y como una decoración complementaria a las joyas, los tatuajes en los dedos son tendencia absoluta aunque también están entre los que más cantidad de gente decide eliminar. Quizá por eso de que están siempre a la vista y quien lo lleva, termina cansándose.
¿Te animas con alguno?