recetas-exfoliantes-corporales

Un exfoliado corporal como paso imprescindible para preparar la piel antes de tomar el sol. Células muertas fuera para conseguir un bronceado uniforme con exfoliantes caseros elaborados con productos cotidianos que seguro que tienes a mano.

¿Dispuesta a poner carretera de por medio y disfrutar de los rayos del sol? El bañador y la toalla es lo primero que has metido en la maleta, pero ¿has preparado tu piel para que reciba una dosis responsable y necesaria de vitamina D? Si ya estás de viaje y no has echado el exfoliante corporal en tu equipaje don’t worry querida, aquí tienes unas recetas buenas, bonitas y baratas para conseguir una piel suave y oxigenada.

receta-exfoliante-corporal-casero-aceite-oliva-azucar

Exfoliante básico, sólo necesitas:

– 4 cucharadas de aceite de oliva
– 2 cucharadas de azúcar morena
– Unas gotas de tu aceite favorito (opcional)

Con ingredientes sencillos, es además perfecto para las pieles más secas.

Exfoliante sabrosón:

– 1 plátano maduro
– 3 cucharadas de azúcar morena
– Media cucharada de aceite de almendras

Aplasta el plátano con un tenedor y luego añade el azúcar.

exfoliante-casero-avena-pieles-sensibles

Exfoliante suave (abstenerse las que no podáis soportar el olor a coco):

– 3 cucharadas de aceite de coco (se puede sustituir por otro aceite)
– 4 cucharadas de azúcar morena
– 1 cucharada de copos de avena

Mezcla el aceite de coco con los copos avena y machaca hasta conseguir una pasta, después añade el azúcar moreno. La avena es perfecta para las pieles sensibles, tiene gran capacidad hidratante pero además su alto contenido en vitamina B y polifenoles la convierte en antiinflamatoria. Se puede sustituir el azúcar moreno por azúcar blanco que es más fino y menos agresivo si la piel es muy sensible.

Exfoliante mediterráneo relajante:

– 4 cucharadas de sal gruesa
– Un puñado de lavanda seca o aceite de lavanda si no se tiene lavanda seca
– 2 cucharadas de aceite de almendras o de jojoba

La lavanda es cicatrizante, desinfectante y buena para los dolores de espalda, pero además su aroma es relajante y tranquilizante y un buen remedio contra el mal humor.

En todos los casos, aplícalos sobre la piel seca, aplícalo desde los tobillos, de manera ascendente y en movimientos circulares. No lo hagas antes de tomar el sol, mejor por la noche con una buena hidratante después para no irritar la piel.