Creatividad, arte, bullicio, prisas, ‘pintillas’, registros idiomáticos, mucha relación pública, y kilómetros de alfombra de feria. Son los attachments adjuntos con Première Classe, la puntera muestra de complementos estacionada en Tuileries y paralela a París Fashion Week. Una cita ineludible para creadores de vanguardia y jefes de ventas de las mejores tiendas del planeta, ésas que cortan la pana de lo ‘trendy’ o lo ‘demodé’.
Este año, nos hemos puesto muy Pasilleros por el Mundo para patear la alfombra en busca de la representación española. Stands de esplendor y tronío ibérico tamizados por la luz parisina, con firmas como L.T.C.H., Andrés Gallardo, Anton Heunis o la veterana Helena Rohner. El Imperio a la conquista.
Descubrí a la pareja L.T.C.H -léase Lotocoho– hace tres años. También en París y acompañando a otra firma española, la de Joaquín Trías, por entonces considerado sucesor honorífico de Balenciaga.
Ya entonces me sorprendió el alambicado concepto de estas piezas, difíciles de encasillar en un solo género. Son joya pero también escultura, diseño, obra de arte…
Con la naturaleza como principal fuente de inspiración, y asumiendo el cuerpo de la geometría, L.T.C.H. mide topográficamente distintos accidentes geográficos y los trasladan a la joya, creando así paisajes prêt-à-porter. El resultado, a la venta en entornos como el MoMA, el Reina Sofía o Anthropologie, es pura vanguardia.
Andrés Gallardo ha logrado que la porcelana dé un salto cualitativo en la valoración del público joven: de la mesa de té al tocado. Su preciosista manejo de este delicado material se traduce en collares, colgantes -los nuevos con lacito rosa, muy del gusto del público japonés-, anillos o diademas.
Este año, las porcelanas animales se incorporan a los bolsos de cuero rosa, formando un atractiva combinación de texturas y temperaturas. ¿Te llega el aroma? Huele a coronación como ‘IT-bag’ de la temporada.
El complemento, para Helena Rohner, es siempre algo que apetece llevar. Sin dificultad. Cómodas, ‘ponibles’, combinables, agradables al tacto, las joyas de Helena son como ese amigo con quien podrías convivir sin problemas.
Piedras muy trabajadas, de tacto, que recogen el calor de quien las lleva, y una mezcla única de porcelana con metales, piedras preciosas y cordones de seda, definen el trabajo de la creadora, quien dio sus primeros pasos junto a Paloma Canivet.
El de Heunis es un talento joven ¡pero no recién llegado! En sus diez años de trayectorias, ha dado vida a la fusión entre la joya del pasado y la que puede llevar una mujer del presente –modern vintage, lo llaman-.
Habitualmente maximalistas, “pero no siempre”, aclara el creador. “Vendo en todo el mundo y debo adaptarme al gusto de cada país”, divide sus joyas en colecciones con nombre de cine como “Blade Runner” o “Avatar“, improntas visuales suficientemente expresivas y definitorias.
Como tener una maravillosa pieza heredada, son joyas con las que mantener una relación sentimental.