El nuevo sueño de la cosmética no es la lucha directa contra el tiempo, la última batalla se dirige contra el reloj y las horas de sueño no dormidas durante la noche, o mal dormidas. Todo desemboca en un estrés celular que acaba por minar los ritmos circadianos y alterar los procesos de regeneración naturales.
¿La crema de tus sueños o una crema capaz de vencer el sueño?
Cremas contra el tiempo o a contra tiempo que pueden prometer y prometen poner nuestra piel tan radiante como si hubieramos dormido 10 horas, aunque sólo hayamos pegado ojo cinco horitas. A mal tiempo y poco sueño, la mejor cara.
La verdad es que el resultado es de prueba superada sobre la epidermis. Pero el resto del cuerpo, quién lo recupera. Sólo un buen descanso, totalmente reparador.
Duerme bien. Busca la crema de tus sueños y no una crema que te recupere del insomnio crónico. Todo sería más fácil si pudieramos dar a la tecla de Reinicio y resetearnos de principio a fin.
Cremas que compennsan el desgaste celular y con las mismas propiedades reparadoras que una buena siesta. En cierta medida, justifican el insomnio que todos padecemos y que se convierte en algo normal. El mensaje es reiniciar, resetear la piel con un ficiticio despertar. Una cara tan fresca y luminosa como una rosa fresca, a pesar de no haber pegado ojo. Efecto especial conseguido a simple vista.
Una cosa es la crema de tus sueños y otra bien diferente las fórmulas cosméticas de nueva generación que dicen compensar la falta de horas de descanso. El target de “las duermepoco” interesa a los expertos del marketing porque somos una gran mayoría.
La Bella Durmiente era una sabia y su apuesta tiene sentencia científica: el sueño nos auto-repara. ahora la cosmética apuesta por lo contrario: menos horas de sueño y puedes seguir igual de bella, o al menos parecerlo.
La cosmética te resetea, una especie de inyección de activos con efecto reanimator para despertar tu piel aunque no hayas dormido las suficientes horas.
Un mensaje equivocado. Advertimos que robar horas a la almohada puede convertirse en un problema de salud. Hay que dormir lo suficiente entre 8 y 10 horas. Pero resulta bastante más fácil beberse dos litros de agua o aplicarse una crema, que cumplir con nuestro descanso nocturno.
El sueño no se puede recuperar, tus horas de desvelo se han ido para siempre. Si duermes cuando toca no alterarás tus biorritmos.
El turno de noche siempre ha sido una mala idea. Es mejor seguir el compás de la naturaleza, levantarse cuando sale el sol y acostarse cuando se pone la luna.
“Dormir bien es fundamental. Nos permite vivir más y mejor luciendo mucho más guapos, pues repercute también en una piel más radiante, tersa y relajada. Así pues, a la hora de dormir los especialistas aconsejan hacer un esfuerzo y desconectar de todo aquello que altere nuestro equilibrio –problemas laborales, personales, etc…- para que no traslademos a la cama nuestras preocupaciones” explican el Dr. Josep Morera desde la Unidad del Sueño de la Clínica Planas Day.