Hacer escala en The Lab Room siempre supone un paréntesis en el ajetreado ritmo cotidiano. Si te encuentras con Mónica Ceño, su propietaria, la experiencia se completa entre anécdotas, risas y su reconfortante espíritu a motor de tracción. Da igual lo cansada que llegues: ella pone de buen humor.
¿Cómo se podrá ser empresaria de éxito, alquimista botánica, escritora y ser humano sin haber renunciado a la maternidad (de ¡tres!) y a ese entusiasmo tan contagioso? Ni idea, debe ser una carambola astral o algo así. Pero si su cosmética, a base de aceites esenciales extraídos con mimo, ya es recomendable y honesta, cuando conoces al alma mater te das cuenta de que además tiene que ser eficaz.
The Lab Room no sólo es profeta en nuestra tierra, también se hecho hueco entre las estanterías beauty de la muy de culto Fred Segal (Los Ángeles) y ha iluminado las pieles de cine de las actrices en Cannes y los Golden Globes.
De éstas y otras aventuras quijotescas, estuvimos charlando en el corazón de The Lab Room.
Belleza Pura: Cuéntanos cómo has vivido Cannes o la más reciente expedición a los Globos de Oro.
Mónica Ceño: La verdad es que es muy interesante ver cómo en realidad la marca atrae a todas las personas por igual independientemente de que sean celebrities o no. Nuestra marca conecta porque está basada en los 5 sentidos, es una cosmética emocional y eso es algo que los actores que trabajan con sus emociones valoran mucho.
BP: ¿Cómo ves el mercado que estás abriendo en Los Ángeles? ¿Estás satisfecha con los resultados?
MC: No podemos quejarnos. Vendemos en Fred Segal, que es el templo de las compras en Los Ángeles y tenemos una clientela muy fiel que adora nuestros productos sobre todo los que huelen a rosa, es un aroma que les encanta a los americanos. También nuestros productos de baño son bestsellers, la exfoliante corporal, las sales aromáticas o los perfumes de rosa.
BP: ¿Qué planes tienes para este año?
MC: Estoy entusiasmada con los nuevos corners que The Lab Room, está abriendo con Isolée, empezamos el año con la apertura de Barcelona y en breve abriremos en Castellana, Bilbao y Marbella.
BP: Si tuvieras que quedarte con uno sólo de tus tratamientos, ¿cuál sería?
MC: Yo soy muy sibarita y me encanta cuidarme, me cuesta mucho elegir uno sólo, pero tal vez me inclinaría por el Facial de Rosas, que combina el facial estrella de The Lab Room con un masaje muy relajante.
BP: ¿A quién admiras de las personas que han pasado últimamente por tu Instituto?
MC: Estas navidades tuve el placer de que Orlando Pita, estuviera en The Lab Room, no solo como cliente, sino que además tuve el placer de que me cortara el pelo aquí. Le admiro porque además de ser un profesional impresionante, tiene una capacidad de trabajo y de creatividad imparables y además es un ser humano muy elevado, siempre aprendo cosas de el.
BP: Tu libro “Desnudas” anima a las mujeres a no dejarse comer el coco por la publicidad y verse con sus propios ojos. ¿Algún nuevo consejo en esta línea?
MC: Siempre pido a mis clientas que no aspiren a soluciones radicales a corto plazo, sino que se fijen metas con cabeza, pensando en su salud y en su bienestar físico y psíquico. Y que siempre sean ellas sus mejores amigas y jueces. No podemos guiarnos por miradas ajenas ni por gustos ajenos.
BP: Tres cualidades del alma que embellezcan a una mujer.
MC: La pureza de espíritu siempre se traslada al rostro
La bondad
El equilibrio
BP: Dime alguna pasión tuya, oculta o no, que te libera de tu trabajo incesante y el cuidado de tus tres hijos.
MC: Con tres chicos… ¡El fútbol! Me encanta ir a ver los partidos del Real Madrid, es una terapia muy recomendable, la he descubierto muy tarde pero la disfruto muchísimo.
Antes mis pasiones eran viajar, el cine y los libros, pero con niños pequeños complicado, mucho Disney… y cuando cojo un libro se me cierran los ojos… ya volveré cuando sean más mayores a disfrutar de esos placeres, están en stand by, mientras tanto que viva el fútbol.
Pues eso, que The Lab Room=5, Cansancio y piel mustia=0.
Dirección: Lagasca, 63, 28001 Madrid