La firma Wella Professionals ha descubierto un aditivo químico (totalmente secreto) que añadido a sus tintes permanentes ( Illumina Color o Koleston Perfect), modifica su consistencia de tal manera, que consigue crear una barrera flexible, transparente e impenetrable en cada mecha o mechón de pelo. El invento ya está disponible en salones de peluquería, se llama Color i.d y su tecnología: InvisiDivider; lo que traducido al lenguaje común significa que los colores se pueden aplicar uno junto al otro sin que se mezclen, incluso aunque estén en contacto.
Este avance permite a los peluqueros y tinturistas aplicar las mechas sin papel de plata y con mayor libertad de movimientos. El acabado puede ser tan natural o artificial como quieras. Lo que está claro es que la aplicación es mucho más rápida y el proceso de coloración además de sencillo, resulta mucho más llevadero frente al espejo del tocador de la peluquería.
¡Por fin, las mechas a toda mecha!
En cuanto me presentaron la teoría quise pasar a la práctica lo más rápido posible. Pero habíamos estado toda la tarde decorando una bonita taza de cerámica con algunas blogueras muy artistas. Al fin llegó el día de mi cita de prueba en la peluquería Oh my Cut!, curiosamente no me corte el pelo porque ya está bien, menuda carrera llevo. A pesar del nombre de esta joven cadena de salones especializados en servicios básicos, rápidos y baratos: corte, peinado y color, disfrute del nuevo sistema de color Oh my Color i.d! a toda mecha y a pincelada limpia en manos de una buena profesional. Como mi flequillo alcanzaba ya la longitud de Joe Ramone decidí peinarme con un tupé a lo Elvis.
Realmente este nuevo método sí supone una liberación revolución, tanto para el peluquero como para el cabello que quiera poseer unas ráfagas artificiales en un plis plas. Así podemos tener más tiempo para seguir nuestro plan de actividades a toda prisa, salir a correr o seguir con la carrera diaria habitual. Se me hizo muy corto, yo pensaba whatsappear un poquito más, hacer más fotos con el móvil, repasar más Facebook, Twitter, no sé…meterme de lleno en las fauces de las revistas del corazón que nunca compro.
Ay! todavía recuerodo lo que era hacerse unas mechas en los 80. Te ponían un gorro azul y con una aguja de ganchillo sacaban el pelo por unos agujeritos. ¡Qué tirones! Sí, ahora parece una aberración, pero así era. Las revistas eran la tabla de salvación para no sentirste como Cocoliso recién levantado de la cama, porque cómo te miraras al espejo podrías pensar que te habías convertido en extraterrestre. Y todo por unos reflejitos de luz. En los 90, llegaron las mechas de plata, y durante el proceso también podrías sentirte como una especie de puercoespín de la Guerra de las Galaxias. Con Color i.d las mechas se aplican junto al tinte normal como pinceladas de color, sin mezclarse y sin límites.
El mundo de la coloración multitono ha evolucionado y el marketing de los salones también ha interactuado mucho literariamente para encender las mecha del color sobre nuestras cabezas. De la mecha monda y lironda de la peluquería de barrio, a los rayos de sol y las transparencias a los barridos de color o balayages en los salones de alto postín y peluquerías de autor(a). En los últimos tiempos se hablaba ya de mechas al peine, tricotadas, californianas y ahora de las splashlights o flashlight, mechas horizontales con efecto flashazo de luz. Lo más importante es la mano que mece el pincel que aplica el color.
Un gusto descubriros novedades, especialmente cuando suponen una verdadera innovación técnica. Sí, puede que lleven amoníaco. En Wella dicen que el amoníaco es mejor que otros productos químicos, pero de ahí no salen. ¿Qué químicos? Una vez más mis preguntas se quedan sin respuesta.