“El ojo que ves,
No es ojo porque tú lo veas,
Es ojo porque te ve”.
Antonio Machado (1875-1939)
De un tiempo a esta parte, ¿no te sientes un poco observada? ¿No encuentras la calle más orwelliana que de costumbre? Los ojos asaltan moda, complementos y joyería para ofrecer una mirada que no es nueva, pero sí abierta e intrigante. ¿Hacia dónde miran estos ojos?
Jeff Koons dijo un buen día que el surrealismo es la forma de arte que permite conocerse a uno mismo, sumergirse en ciertos abismos para volver a la propia realidad con un renovado sentido de la aceptación.
Si asumimos que la moda imita al arte, podríamos pensar que esta serie de creadores proponen la idea de la observación, la mirada alerta y siempre un poco candorosa que se vuelca sobre el mundo y se revierte en los confines de la personalidad. Esa moda que te observa para comprobar si te adaptas a ella o si te rebelas y vas a tu aire. Esa moda que tiene que hacerte más libre que otra cosa, aunque no se termine de entender.
¡Ojo!, que también puede ser estética sin más. Pero me cuesta creer que todo sea tan casual: un surrealista de pro jamás aceptaría un azar sin sentido.*
El motivo del ojo ya fue muy vistoso en el Antiguo Egipto, donde se le atribuían características mágicas, protectoras, curativas… Era el símbolo solar que representaba el orden imperturbable, el estado perfecto.
Tenemos pues una mirada introspectiva, otra que se pierde en la lejanía y un talismán cósmico. Por Osiris y por Horus que el otoño-invierno de 2013 se presenta bien enfocado dentro del campo visual. La ventana al alma de los objetos.
Las sugerencias del post ya están perfectamente clonadas, con alguna que otra dioptría, en las tiendas que ya sabemos; y también en el cajón desastre online. Mantente ojo avizor y busca la mirada en que te reflejas. Todos los ojos están puestos en ti.
*Madrileños y bienvenidos, no os perdáis la expo sobre surrealismo en el Thyssen, un mágico viaje por la periferia de los sentidos.