Quién haya sufrido alguna vez en piel propia el picor (prurito para los dermatólogos) derivado de algún tipo de dermatosis, sabe que es algo insoportable y de solución complicada. Cuando la piel se queja de picor puede haber mil motivos, incluso de origen psicógeno como el delirio parasitorium. Lo normal, por frecuente, son las dermatitis atópicas, algunas propiciadas por una extrema sequedad de la piel.
Lo que sabemos antes de hacer la visita casi obligada al dermatólogo es que la piel nos pica y tenemos la necesidad de rascarnos hasta el infinito y más allá. Claro que conviene ir al especialista porque un prurito muchas veces requiere un diagnóstico preciso. Puede deberse a falta de hierro, psoriasis, problemas hormonales, infecciosos (sarna, piojos), incluso hipotiroidismo, problemas renales y oncólogicos. Independientemente del origen del prurito, el tratamiento por vía tópica resulta básico para encontrar la calma.
Las principales recomendaciones para enfrentar un brote de prurito son: hidratar la piel con un producto adecuado y suprimir jabones y detergentes, lavar la piel con agua tibia; ni caliente ni fría y evitar sustancias irritantes como cremas perfumadas o cosméticos inapropiados en ese momento.
Aunque cuando nos pica la piel, recurrimos a antihistamínicos orales o anestésicos locales para que la calma llegue antes de que se calme la tempestad. Con XeraCalm de Avène se consigue reducir el picor al 97%. Pero que desaparezca el picor no significa que desaparezca el origen de ese prurito que hay que vigilar.
Los laboratorios Pierre Fabre y su linea Avène basada en el agua termal del Balneario de Avène llevan años calmando las pieles sensibles, irritables y con problemas de atopia. Sabíamos que sus cosmoceúticos funcionaban para problemas médicos. Pero no por eso las investigaciones de este agua milagrosa han cesado. Después de 12 años de observación minuciosa se ha llegado a descubrir algo más de la pureza termal de este particular agua de manantial. El descubrimiento que hoy nos han presentado habla no sólo de las propiedades minerales que ya se conocían, ahora se sabe que el agua de Avène tiene una microflora derivada de las rocas con una huella biológica que actúa directamente sobre la inmunidad de la piel controlando el prurito.
El agua termal de Avéne se convierte así en Aqua Dolomiae y de su rica flora se extrae mediante biotecnologia el activo I-modulia con propiedades: anti-inflamatorias, anti-prurito y anti-microbianas. Es el primer activo biotecnólogico que cuenta con estudios clínicos y no con los clásicos test de prueba que se hacen en cosmética. Los productos que cuentan con este importante avance científico son casi medicamentos y su proceso de producción es tan serio y delicado como el de los fármacos oncólogicos.
Los frutos de estas investigaciones se materializan en estos 3 productos de cosmética estéril 0% de conservantes, perfume, alcohol y parabenos; sustancias potencialmente irritantes. Se pueden aplicar como relevo a los dermacorticoides utilizados tradicionalmente para la dermatitis atópica.
Aceite Limpiador Relipidizante XeraCalm A.D de Avène. Para una ducha y baño sin jabón y con alta tolerancia. Su pH fisiológico le convierten en un producto de higiene ideal para pieles con sequedad extrema o problemas de picor.
Precio: 16,95 euros/400 ml.
Crema Relipidizante XeraCalm A.D de Avène. Hidratante indicada en pieles con sequedad moderada.
Precio: 17,75 euros/200ml.
Bálsamo Relipideizante XeraCalm A.D de Avène. Hidratante de textura más rica en casos de sequedad intensa.
Precio: 17,75 euros/200 ml.
En farmacias y parafarmacias.