Diptyque se inspira en los ingredientes del otoño para dar a luz su nueva colección de velas aromáticas.
La naturaleza madura lentamente sus colores y aromas para vestirse con todos los complementos que pegan con las fechas. Diptyque registra el cambio, encerrando lo mejor del avellano y el enebro, árboles de cosecha estacional. El hechizo del bosque se abre paso en tu casa.
Con la vuelta al cole de cada septiembre, vuelve la denominada ‘vida real’ con todo aquello de que escapamos días atrás.
Los animalitos bípedos observamos cómo los días se van haciendo más cortos y volvemos, sensatos, a nuestras cuevas. Es tiempo de recolectar afanosamente las bayas que nos alimentarán durante el duro invierno. Bueno, a estas alturas la estampa incluye unos elementos más evolucionados, pero la idea es la misma. Las cuatro paredes vuelven a ser el entorno de referencia. Y la cueva propia, el espacio en que uno se recoge para encontrar la calma.
Las velas perfumadas son tan de casa y tan de otoño como Woody Allen, ahora mismo en melancólico ciclo en el cine del Círculo de Bellas Artes (Madrid).
Ir al cine es muy de todas las estaciones, pero también puedes ver sus pelis durante la tarde hogareña, ésa que cada día termina antes. Como animalitos que somos, echaremos en falta la luz del sol y todo lo rico del verano. Pero nos queda disfrutar del otoño, la casa, “Hannah y sus hermanas”, la llama de una vela…
Noisetier se inspira en el avellano y expele aromas de madera y frutas amargas y ácidas.
Genévrier se compone de enebro y aporta calidez con un toque ahumado.
Precio: 46 euros / 190 gr.
angeles dice:
Lola Gavarrón 
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