Absorber el ruido, proteger el delicado oído y prevenir de futuros daños: ése es el objetivo de los tapones Marie Nonoise, de Laboratorios Milo.
Una nueva generación de tapones para diversos usos, con filtros cerámicos patentados que impiden que entren sonidos peligrosos pero dejan pasar los naturales, como el llanto de un bebé, o el sonido del despertador. El mejor ‘puerta’ para tus regios pabellones auditivos.
Qué sería de mí sin este invento, me pregunto. Lo tengo claro: sería un guiñapo piltrafoso. No sólo convivo con un –por otro lado, encantador- hombre que ggggrrruafronca, sino que además vivo al lado de una de las calles más ruidosas de Madrid.
La sola contemplación de los tapones, bien guardaditos al lado de la cama, ya tranquiliza mi espíritu. Sé que son el equivalente a pegar ojo.
Su uso para facilitar el sueño está muy extendido. Pero no es su única aplicación: también pueden usarse como protección ante la contaminación acústica, para practicar deportes acuáticos o de motor, y también para amortiguar los potentes ruidos propios del tiro y la caza.
Fabricados con un termoplástico sin silicona hipoalergénico y duradero, se adentran más profundamente que otros productos similares, por lo que protegen mejor.
Disponen de un canal de sonido a través del filtro que permite el paso de los sonidos que sí quieres oír. Es decir, que puedes mantener una conversación con ellos perfectamente.
Son adecuados para todas las edades, con lo que se presentan como una solución estupenda para los niños que se pasan el día en el agua. ¡O para llevarlos contigo a los festivales!
Puedes encontrarlos en farmacias.
Precio: 19,50 euros.