IFC, cosmética con acento español

Cantabria Labs se llaman ahora, pero cuando escribíamos este titular todavía eran IFC Industrial Farmaceútica Cantabria.

Denominación de origen España. Ya sólo con saber que un producto es español se nos quitan las ganas de apoyarlo, eso sí, si viene de fuera y además, tiene un nombre de lo más raro (lo cual ya le aporta un exotismo sin igual) no importa lo que sea, qué contará con nuestro apoyo incondicional.

Falta de confianza, complejo de inferioridad, credibilidad es lo que siempre nos ha caracterizado a los españoles y a nuestra industria, impidiéndonos de este modo traspasar las fronteras y hacernos valer fuera de ellas, aunque el desconocimiento de otros idiomas también ha sido otra razón de peso.

A mi tocaya y amiga Verónica, esteticista de profesión, le sacan de quicio estas cosas, sobre todo en lo que a su sector se refiere y hace una apuesta firme y clara por el mercado cosmético español, en concreto, por los productos de la empresa Industrial Farmacéutica Cantabria, que cataloga como los mejores frente a los de otras marcas como Avene, La Roche Posay…

Y tú, ¿por qué apuestas?

IFC lleva años en el mercado pero no fue hasta 1994, cuando la familia Majit se hizo con ella, que empezó a expandirse y crecer internacionalmente. Cuenta con filiales en Estados Unidos, Bélgica, Italia, Brasil…

IFC es una compañía farmacéutica líder en el sector de la dermocosmética que se adapta al mercado de cada país atendiendo a las necesidades que este presente y cambiando sus formulaciones si ello lo requiere.

Dos son las líneas estrella de estos laboratorios. Heliocare, considerada la primera gama integral de fotoprotección diaria natural, que actúa en dos niveles: oral y tópico, protegiéndonos de los rayos solares desde el interior y reforzando nuestras defensas naturales cutáneas frente al sol.

Y la segunda, Endocare que regenera la piel gracias a la secreción de una especie determinada de caracol (Cryptomphalus Aspersa), principio activo base en todos los productos de la línea. Posee también propiedades hidratantes y antioxidantes. Esta industria ha sido pionera en la investigación y desarrollo de esta tecnología de extracción de baba de caracol.

Los diferentes estudios clínicos han demostrado su eficacia en la regeneración de pieles dañadas por la radioterapia y agredidas por tratamientos estéticos (láser, peelings…) puesto que este gama de productos mitiga los efectos de estas técnicas. Inicialmente fue probada en pacientes con graves lesiones, como los afectados por el accidente nuclear de Chernobyl, obteniendo excelentes resultados.

Hace un par de años decidieron aventurarse en una nueva línea de negocio, creando la división Procare, que se centra en la venta de aparatología médica de la mano de dos compañías líderes mundiales en el sector tecnológico-médico, Palomar y Canfield.

Apoyemos nuestra industria (el cine, la cosmética, las naranjas…) que nada tiene que envidiar a la extranjera y ayudemos a que lo español se instaure en el resto de mercados como algo deseable y de primera necesidad.