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Ya os contábamos hace unos meses que al botox le había salido un serio competidor, el frotox. El frío como alternativa para congelar, de manera literal, las arrugas. Ya es una realidad y entre las primeras clínicas en incorporarlo está Ribe Clinic. La doctora Adriana Ribé ya cuenta en Barcelona con la tecnología Iovera.

Iovera trata las arrugas de expresión, esas que aparecen en la frente, el entrecejo y alrededor de los ojos, mediante la infiltración de frío. El botox paralizaba el músculo con una toxina y con esta técnica se inmoviliza el músculo con la aplicación de frío sobre el nervio. Se paraliza la conducción que existe entre el nervio y el músculo de forma temporal y aseguran, que sin dañarlo. El resultado es el mismo: has pasado por la vida sin que la vida haya pasado por ti.

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Primero se hace el diagnóstico, y una vez determinadas esas líneas de la experiencia que se quieren borrar, se realizan inyecciones temporales de frío, durante un minuto, bloqueando el músculo. Se inyecta, concretamente nitrógeno líquido -esa sustancia que consigue resultados tan vistosos en la cocina más puntera- a una temperatura de menos 41 grados. La duracción del tratamiento varía entre los 3 y los 4 meses. Después de realizado el tratamiento, puede aparecer hichazón, enrojecimiento o hematomas.

Aseguran que los resultados son más naturales que los de la toxina botulínica, evitando, en palabras de la doctora Adriana Ribé  “dejar esas caras planchadas o cejas demasiado elevadas”. Ella lo recomienda “en personas jóvenes que no quieren empezar pronto a inyectarse toxinas o personas que se realizan este tipo de tratamientos de forma regular y que tampoco quieren infiltrarse con tanta frecuencia toxina. También es un protocolo ideal para hombres, ya que suelen buscar resultados más naturales”.

Paralizar o congelar, esa es la cuestión.

Ribe Clinic está en Barcelona (Paseo de Gracia 91, 3º 2ª). Tel.: 93 488 12 07.

Precio: desde 450 euros.