El Botox, como lo conocemos cariñosamente, no sólo congela la expresión hasta dejarla estatuaria, ¡también se cepilla la migraña! ¿Cansada de ver los mismos rictus momificados en la alfombra roja, las mismas frentes de alabastro imposible? ¿Cansada del debate sobre lo nocivo o no del botox y lo que se le ha ido la mano a Periquita de Tal, quien anda haciendo méritos para el teatro del esperpento? Si las respuestas son afirmativas, ojito con lo que os traigo hoy: estamos a punto de cambiar nuestra percepción de la toxina botulínica.
Allergan acaba de obtener la aprobación para aplicar la sustancia como tratamiento preventivo de estas insidiosas cefaleas.
La migraña crónica es una enfermedad que te deja fuera de combate durante un tiempo indeterminado. No la he vivido en mi azotea, pero sí conozco el proceso vicariamente y es absolutamente devastador e incapacitante. Celebrados sean los paliativos eficaces.
Según el estudio, después de 12 meses en tratamiento con toxina botulínica tipo A, cerca del 70% de los pacientes experimentan una reducción del 50% aprox. en número de días padeciendo la migraña. A su vez, el uso reduce la potencia de la cefalea, de severa a moderada, así como la batería de medicamentos preventivos de uso habitual. Lo que redunda en una mejora de la calidad de vida.
Si es que no era en la frente. ¡Era en el cuello! La sustancia se infiltra en 31 puntos fijos estandarizados en la cabeza y el cuello, en 7 áreas musculares específicas. Bastan 2 tratamientos para reducir 8 días al mes de migraña. ¿Qué te parece?
Entre los factores modificables para mejorar la dolencia, destacan prevenir el estrés, los trastornos del sueño, la obesidad, la depresión, el abuso de analgésicos y el de cafeína.
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