Gavin Brown
¿Tienen olor los sentimientos?
Hace unos días escribíamos un post sobre el arte de perfumarse simplemente escuchando a nuestro propio biorritmo. Yendo un pasito más allá, nos podríamos preguntar: ¿ a que huele el cariño, la pasión, la envidia o los celos?.
A priori es difícil descomponer algo tan etéreo y a la vez tan personal. Acordes maravillosos naturales o formulados en laboratorio intentan recrear aquello que se siente a través de una gota de concentrado.
Las marcas, hablan de ello en su comunicación, pero, salvo alguna maravillosa excentricidad que normalmente viene de la mano de una marca niche, lo raro es ver sentimientos muy extremos reclamados en su publicidad. ¿ Acaso el dolor puede perfumarse?
De esto y mucho más habla el neuromarketing. Seguro que habéis oído este término en los últimos tiempos dado que son muchos los estudios que se están llevando a cabo para determinar qué y cómo siente un consumidor ante un impacto sensorial (en nuestro caso olfativo).
neuromarketing
Hace unos días se publicada en una revista de conocimiento e investigación (muyinteresante.com) que notas como el limón, la naranja, la canela , el mango y la albahaca reducen el nivel de estrés gracias a los terpenos presentes en el linalool.  Aparece también la lavanda, aunque este ya es sumamente utilizado en aromaterapia por sus propiedades relajantes y sedantes de sobras conocidas. Personalmente, os sugiero el sándalo también. Además de un toque afrodisíaco, es innegable la paz espiritual que provoca esta intensa y cálida madera.
Mezclando las propiedades olfativas de los aceites, esenciales o vegetales, con los sentimientos, que no solo estado de ánimo, podemos crear verdaderos elixires que no solo evocan una espíritu o una moda, sino que  pueden suponer toda una declaración de intenciones y sentimientos que no necesitan de mayor lectura, que la del propio olfato.
En estos momentos, donde todos buscamos un pedacito de sol y felicidad, sería interesante poder ver una mayor oferta que, más allá del estilo fashion, sensual, floral o sexy, buscase provocar  la felicidad, la sonrisa y el buen humor a través de unas gotas de un insaciable elixir  al impregnarse en nuestra piel.
Hace tiempo existía algo parecido en el mercado. Se llamaba SMILE.
Vuelve, hoy el mundo lo necesita… quizás más que nunca!
sonrie
 
Sonríe por favor!.