Codiciado por unos, despreciado por otros, el lujo goza de una identidad particular y muy interesante.
La etiqueta acoge bajo su seno de tronío y relumbrón –nobleza obliga- acepciones tan dispares como las estrictamente materiales, u otras que alimentan necesidades del alma: estar con la familia, disponer de tiempo, las conversaciones enriquecedoras… En todos los casos define algo maravilloso y excepcional que rasca la superficie de los días y se incrusta en un espacio personal. Estar de lujo contra viento y marea se alza como una perspectiva sugerente y asequible en cierto sentido, aunque no se posean muchos papelitos estampados con un hermoso 500.
Si a uno le sobran los papelajos, tiene la opción de canjearlos por objetos bellos –cuestión ésta muy subjetiva-. En un mundo en el que la brecha ricos-pobres aumenta dolorosamente, prolifera con lógica un mercado de alto consumo. De su análisis se ocuparán esta tarde Beatriz de Orleans, Marta Robles y Boris Izaguirre.
Los ponentes, moderados por la periodista Ana Samboal, expondrán durante una hora sus reflexiones sobre el tema:
“La globalización está impulsando el desarrollo de una parte del mundo, lo que implica un incremento del nivel de vida de sus ciudadanos y que una parte de ellos tenga un gran poder adquisitivo. El número de ricos en el mundo está aumentando significativamente, lo que impulsa la demanda de bienes y servicios de lujo: éstos no sólo tienen una mejor calidad, sino que además permiten la distinción y un consumo exclusivo y singular. Por todas estas razones, y a pesar de la crisis, el “mercado del lujo” está en clara expansión, convirtiéndose además en un sector generador de empleo, y por lo tanto de riqueza”.
Beatriz de Orleans es Presidenta y Fundadora de la Asociación Española del Lujo.
Marta Robles es periodista y escritora.
Boris Izaguirre es escritor y presentador.
Será a las 20:00 en el Hotel Wellington de Madrid (Velázquez, 8)