¿Qué lugar ocupa el sentido del olfato? Sin los cinco sentidos, no tendríamos memoria, pero los expertos dicen que recordamos el 1% de las cosas que palpamos, el 2% de lo que oímos, el 5% de lo que vemos, el 15% de lo que degustamos y el 25% de lo que olemos. Recuerdos agradables o desagradables, persisten en nuestra mente vinculados a un olor.
Para que la estancia en su hotel esté vinculada al placer, la familia de perfumistas Mortone -está detrás de fragancias como Blumarine, Dsquared o Pomellato-, acaba de inaugurar en Milán el primer “hotel perfume” del mundo. El Magna Pars Suites, situado en la zona de los Navigli, el barrio milanés de la moda y el diseño por excelencia, dispone de 28 habitaciones, divididas entre las de esencia floral y las amaderadas.
19 son una oda a las flores, con aromas como la gardenia, la magnolia o el jazmín. Para los amantes de los perfumes amaderados, las 9 restantes, inspiradas en el sándalo, el pachulí, la madera de cedro, la de guayaco o la tan especial y preciada madera de oud -muy utilizada en el mundo árabe para perfumar incluso sus casas- , la que han elegido para perfumar la suite presidencial. Además, han preparado un kit para descubrir y distinguir entre las 12 fragancias y aromas del hotel. El hotel está diseñado con una mezcla de alta tecnología y ecología.
Cada vez más establecimientos apuestan por crear experiencias sensoriales en sus hoteles, las texturas, los aromas y los perfumes tienen tanta importancia como el diseño. De hecho, existen ideas parecidas a las del hotel de Milán, por ejemplo, la del Hotel Silken Al-Andalus Palace de Sevilla, que ha creado un aroma propio basado en la flor de azahar para extender la experiencia sensorial del viajero al olfato. O la del hotel Arts Barcelona, que aromatiza su ambiente con una fragancia diseñada por el perfumista Rami Mekdachi -que ya diseñó la del parisino Hôtel Costes– a base de almizcle, madera de sándalo y cedro mezcladas con incienso, flor de iris, patchouli y algunas notas de vetiver.
¿Cómo te gustaría que oliera tu habitación de hotel? Los gustos aromáticos son muy personales, y por muy bien que huela un lugar, la experiencia puede resultar algo cargante si no coincide con tus preferencias.