Uno de los factores que más altera la paz de espíritu de una novia es El Vestido. ¿Qué ponerse? ¿Qué quitarse? ¿Se siguen llevando los velos? ¿Conviene lucir un diseño alambicado y sugestivo o la suegra puede sufrir un desvanecimiento? ¿Tul, gasa, chiffon, seda o popelín? Son tantos los elementos a combinar que hay quien preferiría ir en barril -¡yo!-.
El vestido de novia es a tu armario el equivalente al one hit wonder en la música. Un look pirotécnico que sólo se luce un día, entre salvas y vítores.
La firma St. Patrick, perteneciente a Pronovias Fashion Group, ha presentado su colección de 2014, con varias ideas para quien esté preparando su bodorrio.
Los diseños de la nueva colección de St. Patrick se dirigen a una novia soñadora, de aspecto fresco y elegante.
Algunos de los diseños combinan moda ibicenca con cortes vintage, mimbres de encaje y pedrería, y una espectacular espalda como colofón. Muy dignos de una romántica boda en la playa o de una ceremonia al aire libre.
Tampoco se olvidan de las propuestas más clásicas, en forma de vestidos largos con faldas voluminosas y con vuelo, remachados con un escote palabra de honor.
Escotes en V, tules suaves, pequeñas manguitas sobre los hombros para redondear volúmenes, tejidos glitter, cinturones… son algunas de las ideas incluidas en estos vestidos para la novia del siglo XXI.