Gastón Vizcarra

Christina Archer y Gastón Vizcarra

Os hablamos muchas veces del comercio justo porque cada vez son más las firmas que incluyen ingredientes obtenidos de manera sostenible y sin explotación, en sus productos.

The Body Shop es una de esas firmas que lleva el comercio justo en su ADN y hace unos días nos dió la oportunidad de conocer a Gastón Vizcarra, el fundador de Candela, una comunidad situada en Puerto Maldonado, en la Amazonía peruana, que lleva fabricando aceite de nuez de Brasil de comercio justo desde 1989 para la firma inglesa y que ha convertido su forma de vida en una manera de preservar la valiosísima Amazonía.

Han pasado ya muchos años desde que Gastón se enteró de la existencia de Anita Roddick -la fundadora de The Body Shop– y de su preocupación por pagar un precio justo a los proveedores. Consiguó una cita con ella, cogió un avión y se plantó en Inglaterra con el preciado aceite de nuez que fabricaban las mujeres de Candela en una botella de coca-cola. Al año siguiente, The Body Shop compró 300 kilos de aceite a su comunidad. Gastón forma parte del movimiento internacional de comercio justo desde 1991 y es miembro fundador de la Unión para el Biocomercio Ético.

Son 1200 personas las que viven del comercio del aceite de nuez de Brasil en esta zona de la Amazonía que comparten Bolivia, Perú y Brasil. Para Candela trabajan 300 familias -unos 200 castañeros en el bosque y 100 mujeres en la comunidad-.

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El aceite se obtiene del fruto de un árbol gigante -mide unos 45 metros- que crece de manera silvestre ocupando más de 1 millón de hectáreas y que no se puede cultivar. El fruto es una especie de coco que, cuando llega la época de lluvias, cae al suelo, de donde lo recogen las familias de castañeros. En el interior de esta especie coco de cáscara durísima, se encuentran unas nueces también protegidas por una cáscara. Éstas se trasladan desde el interior del bosque y a través del río en barca hasta la comunidad, donde se limpian las nueces y después éstas se trasladan a Lima para extraer el aceite con el que se formulan muchos cosméticos de la marca.

Es una de las pocas actividades de la zona que generan ingresos y no afectan al ecosistema, al contrario, lo protegen, porque los habitantes de la zona son conscientes de la importancia de preservar su parte de Amazonía porque es su medio de vida a largo plazo. Las familias aprecian el valor del bosque porque les da de comer. Y es comercio justo porque se paga por el ingrediente un precio adecuado, The Body Shop por ejemplo, acude cada dos años allí -como al resto de comunidades- para comprobar si el proceso de obtención del ingrediente sigue siendo de calidad y si lo que se les paga por él, es justo.