Foto: Gustav Klimt, 1905
No es este un post feminista, sino más bien dedicado a las madres y el trabajo a través de la exposición de un valor que debería contar como positivo en cualquier Currículum que se precie y nunca verse obligado a ser escondido o, en su defecto, evitado. Pero como hacer un curriculum
La maternidad, que ahora vuelve a ser un lastre según apuntan las cifras de natalidad y tal como muestra la actitud de muchas mujeres durante las entrevistas de trabajo, debería ser un valor añadido como experiencia en gestión de equipos y recursos, algo tan valioso en el entorno empresarial hoy en día.
Se valora generalmente la aptitud de un candidato según su currículum profesional y académico. ¿No debería incluirse este aspecto también en el Currículum como seguro de viabilidad del proyecto personal y profesional?
Las madres son las poseedoras de la llave del consumo familiar, no lo olvidemos, tienen la capacidad de liderar y gestionar un equipo humano , con diferentes necesidades pero con un fin y objetivo marcado: EL CRECIMIENTO Y LA FELICIDAD de cada uno de los componentes de su “equipo”.
Saber organizar una familia es, ante todo, una seguridad ante las aptitudes de las madres en todo lo que a gestión de personas y recursos, priorización, polivalencia, creatividad, actuación ante situaciones de crisis y sobre todo control, que debería apuntar como un signo positivo en cualquier entrevista o proceso de selección. Me pregunto si incluso a más hijos.. más puntos!. Mayor capacidad de gestión…
Y es que cada uno de ellos, con un estilo, unas características, aptitudes y actitudes diferentes, debe aportar lo mejor de sí mismo a su propio crecimiento y al del conjunto (la familia) con el fin de asegurar su crecimiento y con ello el éxito final de su integración dentro de una sociedad competitiva y distintiva que solo a través de unos valores firmes y seguros conseguirá desarrollar todo su potencial en ella.
Gestionar recursos humanos, financieros o de cualquier índole, específicos y definidos o simplemente por crear para conseguir un objetivo final. En este caso es vender para crecer. En el caso de la familia, crecer, en todo lo que eso supone, para luego “introducirse” en la sociedad. O “venderse“, según se quiera interpretar.
¿Cómo desdeñar todo esa capacidad de gestión solo por el hecho que cinco o quince veces al año tengas que ausentarte de tu puesto de trabajo si, en definitiva, todo ello va a repercutir positivamente en la labor profesional de las madres? .
Está comprobado que un padre o madre feliz no solo rinde más a nivel laboral, sino que esa felicidad implica mayor compromiso con la empresa y el proyecto. Esto se acaba traduciendo en PRODUCTIVIDAD. En mayúsculas.
¿No es este el objetivo de las empresas?