El cine español está, como casi todo en este país, en crisis, crisis en la industria porque la subida del 21% de IVA los tiene asfixiados. Anoche el séptimo arte patrio se vistió de gala, o al menos lo intentó, para celebrar la 27 edición de los premios Goya. Actores y actrices no tuvieron su noche más brillante sobre la alfombra roja aunque si derrocharon sensibilidad, y mucha, con el momento que muchos españoles están viviendo.
El negro, como metáfora del estado de ánimo dominante, fue uno de los colores más repetidos sobre una alfombra roja en la que triunfaron los vestidos de corte sirena y los recogidos, y en la que se vieron pocos diseños españoles, por cierto. De negro desfilaron Blanca Suárez que enseñó pierna con un vestido asimétrico de Emilio Pucci; Belén Rueda, correcta, pero sin decir mucho, optando, un año más, por un diseño de Carolina Herrera. Elegante como pocas Aitana Sánchez Gijón con un diseño de Lorenzo Caprile, el mismo diseñador que eligió Ángela Molina, que optó por un vestido de terciopelo con un corte muy parecido.
Totalmente desafortunada Carolina Bang, que se pasó de transparencias con un diseño de Yolancris, todo lo contrario que Amaia Salamanca que lució tipazo con un diseño de Zuhair Murad en negro y nude.
Brillos varios en los vestidos de Natasha Yarovenko, espectacular como el año pasado, con un diseño dorado también de Zuhair Murad, el mismo tono del vestido de Elie Saab de Goya Toledo, un acierto que estropeó con el peinado -o no peinado- y las joyas.
Al brillo plateado se pasaron Inma Cuesta con un palabra de honor de Lorenzo Caprile y Dafne Fernández, con un diseño glitter de Stella McCartney que dejaba espalda y pierna al descubierto.
Adriana Ugarte, se equivocó no sólo con el sobre, también con un vestido mini de Second Skin & Co con el que parecía que iba a la ‘disco’.
Por el blanco optaron la nominada María León muy acertada con un vestido blanco nuclear de Gucci, Mar Saura también genial con un Stella McCartney de la colección Evening, Michelle Jenner no demasiado deslumbrante con vestido de Andrew GN, Marta Etura, nada acertada con diseño de Dsquared y Candela Peña, de David Delfín. Ésta última tampoco acertó con la elección, pero se lo perdonamos porque estuvo sublime en su discurso, cuando subió a recoger el premio como mejor actriz secundaria.
Mención aparte merece Nieves Álvarez, que decidió que su paso por la alfombra roja quedara grabado en la retina de todos y optó por un diseño de Stephan Rolland Alta Costura.
El rojo también fue la elección de muchas. Macarena García, la guapa actriz de Blancanieves que se alzó con el premio a la mejor actriz revelación apostó por Dior para el vestido, pero el maquillaje era de By Terry, como el de Clara Lago. Juana Acosta estaba un año más fantástica con un Armani Privé con escote corazón. Marisa Paredes elegante y sencilla como siempre, con un diseño de Oscar de la Renta.
De azul, Clara Lago, nada favorecida con un diseño corte sirena y palabra de honor de Zuhair Murad, sí acertó María Valverde con un look muy dulce y vestido de Nina Ricci. Aída Folch no decía mucho con su Armani, pero estaba correcta.
Se salieron de los colores dominantes y acertaron, Paula Echevarría, me gustó mucho con un vestido verde esperanza –en sus palabras- de pailletes de Dolores Promesas, Manuela Velasco eligió un vestido pistacho palabra de honor de Gucci y un precioso moño bajo. Y la mala malísima madrastra de Blancanieves, Maribel Verdú, que le valió el premio a mejor actriz protagonista, bravo también por su discurso, se decantó por un diseño de Raf Simons para Dior con el que para mi, estaba fantástica, aunque no todo el mundo opina igual, ¿qué os parece a vosotr@s?
Eché de menos a Elena Anaya, Silvia Abascal, Penélope Cruz -que ya había anunciado que su embarazo le impediría asistir- o Ariadna Gil, que siempre suelen acertar. Mención aparte merecen Loles León, Kiti Manver o Ana Obregón, que sin duda, se equivocaron de fiesta.
En cuanto a ellos, lo mismo de todos los años, los que optaron por el esmoquin lo llevaban en su mayoría con poco estilo y con mucha pajarita torcida. Salvaron la papeleta José Coronado –siempre impecable-, Quim Gutiérrez de Dolce&Gabbana y Miguel Ángel Silvestre de Caramelo. En el resto de los casos, vi muchas corbatas slim y poca elegancia, incluido Bardem, llámame clásica, pero como el esmoquin, nada…
En cuanto a los peinados, las actrices optaron mayoritariamente por recoger su pelo. Los más elaborados, el moño italiano de Amaia Salamanca y moño bajo con raya al lado y trenzas laterales de Paula Echevarría. Más sencillos los recogidos de Nieves Álvarez, Juana Acosta, Mara Saura o María Valverde -peinada por Paula Soroa para Moroccanoil-. Pelo muy tirante, en el caso de Aída Folch, con coleta y María León con moño muy alto. Flequillos, los de Blanca Suarez con coleta ondulada y Maribel Verdú con moño bajo. También eligió una sencilla pero favorecedora coleta, con raya en medio, la premiada Macarena García -peinada también por Paula Soroa para Moroccanoil-. Recogidos con ondas los de Natasha Yarovenko y Belén Rueda, a la que le sobraba la diadema. Pelo suelto, ladeado y con ondas fue la elección de otras muchas: Candela Peña, Goya Toledo lo intentó aunque se le olvidó pasar el peine, Dafne Fernández o Michelle Jenner. Y pelo suelto sin ninguna complicación, Aitana Sánchez-Gijón, Marta Etura, Adriana Ugarte -para completar su look discotequero- y Ángela Molina, a la que su melena le pone siempre, muchos años encima.
Para el maquillaje, las actrices se decantaron, en general, por dar protagonismo a los ojos, con mucho eyeliner con rabillo y labios muy discretos en tonos nude y rosas. La nota de color lo pusieron, en rojo, los labios de Nieves Álvarez, Candela Peña, Mar Saura y Ángela Molina.
¿Qué os pareció la gala?, ¿cuáles creéis que fueron los mejores looks?