¿Luz pulsada o láser?, ¿depilación definitiva en un centro con garantías y dermatólogos o en una cadena-franquicia que ahora también se sube al carro de los tratamientos de belleza y suman otra luz, la LED a su colección?, ¿nos quedaremos ciegos con tantas luces y destellos?
La oferta de belleza es casi infinita y puede saturar a más de una que intente investigar antes de hacerse cualquier tipo de tratamiento. Así que hoy queremos poner un poco de luz –que nos viene que ni pintado- al asunto de los centros baratos de depilación que ahora también ofrecen tratamientos de belleza y para hacerlo, me he puesto en contacto con la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) porque ya que la piel nos tiene que durar toda la vida, que lo haga en las mejores condiciones posibles o por lo menos que cuentes con toda la información necesaria para luego, hacer lo que creas.
Como bien explica la Dra. Mª Teresa Gutiérrez Salmerón, dermatóloga y Vocal de la AEDV “Tanto la depilación láser como la depilación con luz pulsada (IPL) -que es la que se utiliza en los centros low cost y en los dispositivos de depilación en casa– se basan en el empleo de sistemas de luz para la destrucción del vello”. Para explicar más en detalle la diferencia entre estos dos sistemas, hay que ponerse muy técnico y la cosa se complica, por eso me limito a contaros lo que les distingue en cuanto a los resultados, según la doctora “La luz pulsada, al tener diversos filtros de corte, permite adaptar la longitud de onda a diferentes fototipos y colores de piel lo que la hace más versátil, pero la especificidad del láser por la melanina del folículo piloso lo hace más eficaz a largo plazo al requerir menos sesiones de tratamiento”.
Cuanto más barato, menos eficacia, “sólo los láseres potentes o láseres ‘médicos’ tienen energía suficiente para destruir el bulbo piloso” y por supuesto, debe manejarlos el personal adecuado. Precisamente esa es otra de las carencias de los centros low cost, la ausencia de dermatólogos. Así que en este tema, lo barato siempre sale caro, tanto en coste económico como de salud. “La depilación definitiva es un tratamiento médico ya que existen contraindicaciones absolutas o relativas, como la existencia de lesiones precancerosas que hay que diagnosticar, el consumo de medicamentos que pueden estar contraindicados, la presencia de infecciones o de dermatosis previas… La depilación requiere historia clínica y supervisión médica preferentemente dermatológica”.
Las pacientes corren ciertos riesgos si no se ponen en las manos adecuadas “que van desde, alteraciones de la pigmentación, quemaduras o incluso cicatrices residuales. También se puede inducir la malignización de lesiones precancerosas si no se han diagnosticado previamente o agravar dermatosis fotosensibles, entre otras muchas cosas”.
Y con los dispositivos LED -la tecnología que ahora utilizan en estos centros-franquicias para los tratamientos de belleza- sucede como con la luz pulsada, emiten luz que al penetrar en la piel, produce efectos biomoduladores, eficaces en el rejuvenecimiento facial al mejorar la textura y, elasticidad cutánea. Según la doctora, es segura siempre que la maneje el personal adecuado. Y yo me pregunto si las personas que están en estos centros low cost tienen la formación adecuada para manejar toda esta aparatología. Los resultados de la luz LED en tratamientos de belleza “no son espectaculares pero, ayudan a mejorar el aspecto de la piel” siempre que claro, sean dispositivos de calidad y utilizados por quien sabe manejarla.
¿Te has hecho la depilación definitiva o algún tratamiento de belleza con LED en estos centros?, ¿qué tal ha sido la experiencia?