El panorama es tan gris y desolador, que me encanta que haya quien se adorne con cierto desprejuicio y pasotismo, trascendiendo puntos de partida clásicos y tirando más bien por los cerros de lo imposible. Sobre todo si se trata de convertir el pelo en una llamarada bizarra en tonos neón.
Los tintes de fantasía del siglo XXI ya no equivalen únicamente a adolescencia experimental, sino también, quizá porque todos somos adultolescentes de 30 años, a edades más avanzadas –poco convencionales, eso sí-
¿Te gustaría teñirte las puntas de violeta o ponerte un mechón en fucsia chillón?
1- El paso iniciático. El ritual que te pone frente a frente con la calidad de tu pelo y ante el que muchas desfallecen: la decoloración. Imprescindible si quieres un color potente perfectamente definido. Un proceso agresivo como pocos que conviene no repetir con frecuencia y realizar con cierto mimo, procurando nutrirlo muy bien los días sucesivos, porque lo reseca muchísimo. Si te ayuda alguien, mejor. Y si vas a la pelu a que te lo hagan, todavía mejor, sobre todo si vas a decolorarte toda la melena, porque es difícil dejarlo uniforme. Si sólo se trata de unos cuantos mechones o las puntas, puedes hacerlo tú misma.
Para decolorar necesitas: agua oxigenada a 40 volúmenes y polvo decolorante en sobre. Coloca el polvo en un recipiente, mézclalo con el agua oxigenada (cantidades a ojo, basta con que quede líquido) y aplícate la mezcla de la manera más uniforme posible mecha a mecha sin llegar a la raíz. Envuelve los mechones en papel de plata. Si puedes darle un golpe de secador, mejor, porque el calor ayuda a que suba la decoloración. El tiempo de exposición depende de tu color inicial. Aun partiendo de un negro oscuro, debería quedarte un rubio muy claro en algo como unos 40 minutos. Te recomiendo que elimines bien los restos con champú y que seas generosa con la mascarilla. Si puedes, ponte aceite de oliva durante un par de noches y duerme con él, lava el pelo al día siguiente.
2- El color. Hay muchas marcas fantásticas en el mercado, con una gama de colores como de alocado sueño de Lucy in the Sky with Diamonds. Los Crazy Colors están bien y además puedes reaplicarlos en cada lavado para que duren un poco más. Precio: 7 euros.
Manic Panic es otra buena marca, fácil de encontrar en webs o en ebay. Son un poco más caros que los Crazy Colors, pero merecen la pena.
Directions es otra de las grandes marcas de colorido, con una gama muy cuca y buena duración del color.
Esta es la parte divertida del asunto: la aplicación del color elegido, nuevamente mecha a mecha y procurando que quede uniforme (aunque esto desvaído también tiene su encanto).
Para que duren más, recuerda ponerte de nuevo el tinte cada x lavados, porque se van con mirarlos. Y hablando de miradas, acostúmbrate a que te miren por la calle 😉