El domingo pasado a las 11:30 de la mañana asistí al Salon Look a ver una pasarela de peinados bastante original. En el front row era complicado reconocer a la gente del sector porque de un año a otro todos han cambiado de look, incluida yo misma…
Abrió el desfile el Dr. Mario Alonso Puig con una conferencia sobre actitud, confianza y pensamiento positivo, algo que nos hace mucha falta a todos y que en estos momentos, a algunos casi les puede sonar a sarcasmo, pero el neurocirujano y autor del libro “Ahora yo” estuvo positivo, anecdótico y sintético, intentando captar la atención de las mil personas que tenía como público; la mayoría profesionales del sector de la peluquería que estaban esperando el show de peinados a cargo de dos firmas reconocidas por su capacidad para hacer volar la imaginación a todos los presentes y encender esa chispa creativa que tan poco puede verse en el día a día del salón de peluquería, y que va más allá de las tendencias de moda para entrar en directamente en el mundo de la fantasía.
El resumen filosófico de la positiva conferencia: confianza, ilusión, pasión, concentración y la capacidad de reinventarse y volar hasta tus sueños.Sí, es importante seguir tenmiendo sueños. Y por supuesto, si nos caemos o nos empuejan, volver a levantarnos. El famoso si quieres, puedes o aquel mundano tirar p´alante como los de Alicante.
Después de la parte emocional, llegó la puesta en escena de la firma inglesa SACO, que presentó en directo su X Collection con xceso de la talla XS a la XL, a través de cortes y melenas, modelos con tintes de colores morados, rubios, blancos y negros, y cortes arriesgados como corresponde a la mejor peluquería inglesa de vanguardia representada por Richard Ashforth. Una pasarela con cabeza, cuerpo y tacones kilométricos, las modelos tenían el torso en relieve marcado por sus costillas como es habitual.
El equipo de X- Presion volvió a sorpender por su manera de investigar y trabajar la peluquería con técnicas diferentes que siempre miran hacia la innovación. Una muestra de cabezas con pinceladas de color: rosa flúor, verde y azules, cortes radicales con flequillos trabajados a diferentes alturas, bien jugados. Otra de sus bazas fueron las plantillas aplicadas a la coloración, que dejan sobre el cabello un aspecto frisado casi mágico y otros juegos ópticos que se alejan de cualquier clásico al uso. Brillaron sus originales recogidos bien atados con hilos para conseguir volúmenes acolchados, sin horquillas, tejidos con gracia.
Muy pronto, sus trabajos estarán en el MCB de París porque la creatividad tiene premio y es una belleza poder admirarla.