El reciente incremento del IVA al 21% ha supuesto un verdadero mazazo al sector de la peluquería, que hasta la fecha tributaba un tipo reducido del 8%.
La Federación Española de Imagen Personal (FEIM), la Asociación Nacional de Empresas de Imagen Personal (ANEIP) y la Confederación Española de Peluquerías y Esteticistas (COEPES) se han manifestado conjuntamente en contra de esta drástica subida aduciendo que supondrá la pérdida de más de 10.000 puestos de trabajo, el cierre de más de 3.000 pequeñas empresas del sector y el golpe particular a los colectivos sensibles, como el de la 3ª edad, que deberá prescindir de un servicio básico de imagen personal (y que se esperen al tajo que van a meter a las pensiones, añado)
Puede parecer una cuestión baladí. Pero este sector agrupa a más de 80.000 empresas que dan trabajo de más de 180.000 personas, con una media de 1-2 trabajadores por empresa, sobre todo mujeres.
Como de costumbre, recaudar de donde no lo hay y pasarnos medidas como la amnistía fiscal delante de las narices. Dejar tranquilo el impuesto de sucesiones y el de patrimonios y atacar sectores de los que, aun recortando, no se puede sacar ni para pipas. Recortar también en cultura, educación y sanidad. Medidas ilógicas dentro de una lógica bien clara.
En lo que concierne a este sector concreto, abre una línea de debate sobre la necesidad de la imagen y su consideración de lujo o capricho. Para aclarar este punto, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA), ha realizado un estudio específico a una consultora internacional que describió las principales características y dimensión económica del sector, poniendo de manifiesto su valor estratégico y de generación de empleo.
Cortarse el pelo, a menos que de paso inventen algo para que deje de crecer, es una necesidad ineludible cada cierto tiempo. También es legítimo cubrir las canas, retocar el peinado o recurrir a la pelu cuando tenemos algún social de los que nos tocan a veces.
Y vuelvo a llevarme a la burra al trigo, porque me da a mí que es el único cereal que vamos a comer ahora: para salir de la crisis, ¿es realmente necesario atacar sectores que pueden verse severamente desfavorecidos antes de meter mano en las grandes fortunas, auditar la deuda pública, luchar por una independencia judicial, por un cambio en el modelo productivo español, y por un largo etcétera?