Mañana 1 de agosto da comienzo la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Entre el 1 y el 7 de agosto 170 países, entre ellos España, celebrarán esta fecha para fomentar la lactancia materna y mejorar así la salud de los bebés de todo el mundo. ¡Pechos fuera! para recordar los innumerables beneficios de amamantar a los bebés y que son avalados continuamente con nuevos estudios que vienen a confirmar todas sus virtudes. Como siempre, estas fechas en el calendario son una manera de llamar la atención, de poner el foco, aunque para las madres que han decidió dar el pecho a sus bebés, todos los días son días mundiales de lactancia.
Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, sólo necesitan una buena información y el apoyo de su familia y del sistema sanitario para hacerlo. En la decisión personal de cada mujer está hacerlo o no hacerlo, es cierto que supone un sacrificio: el pecho después no queda igual, requiere mucha entrega y dedicación, aguantar muchas veces grietas muy dolorosas… Pero conociendo los enormes beneficios sobre todo para el bebé, pero también para las madres, merece la pena el sacrificio. Si no estamos dispuestas a sacrificarnos por nuestros hijos…
Continuamente se publican nuevos estudios que hablan de lo fantástica que es la lactancia. El último, ha sido elaborado por el Cancer Research UK y el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, y demuestra que amamantar a los hijos reduce el riesgo de obesidad en las madres, incluso cuando se llega a la menopausia. Este nuevo ensayo ha demostrado que los efectos beneficiosos de la lactancia para la mujer se pueden extender incluso 30 años después de haber dado a luz.
Pero este estudio se suma a otras investigaciones que ya han demostrado que las mujeres que amamantan a sus hijos tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, así como diabetes tipo 2. Que la recuperación después del parto y la vuelta al peso anterior al embarazo es más rápida, ya que la producción de leche supone un gasto energético importante, además, como la lactancia inhibe la ovulación durante varios meses, la ausencia de menstruación contribuye a un importante ahorro de hierro.
En cuanto a los beneficios para el bebé, la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida, reduce el riesgo de que el bebé padezca problemas gastrointestinales, catarros, neumonía, otitis, infecciones de orina… Pero también previene patologías futuras como el asma, las alergias, la obesidad, mejora la función pulmonar en la niñez y la adolescencia…
Y yo siempre añado un dato, que en estos tiempos de crisis y rescates toma más relevancia que nunca, el gasto cero que supone la lactancia frente a las leches de farmacia que cuestan un verdadero ojo de la cara. Por cierto, que ahora en verano y en los días de más calor, los pediatras recomiendan aumentar la frecuencia de las tomas de leche para que los bebés estén perfectamente hidratados.
Pero ojo, durante este periodo la madre debe ser responsable y llevar una alimentación sana y completa para que la leche aporte al bebé los nutrientes necesarios. Por eso es necesario incrementar el aporte calórico, aumentar la ingesta de proteínas, calcio, hierro, ácido fólico y vitamina E y C. También beber suficiente líquido –en torno a dos o tres litros diarios-, ya que la leche materna contiene entre un 85 y 90% de agua. El tabaco y el alcohol –lo sabemos todos-, están totalmente desaconsejados.
Para acabar, os dejo las 10 claves de la lactancia materna que recoge en su página la Liga de la Leche y que siempre viene bien repetirlas:
1. Amamanta cuanto antes, la mayoría de los bebés están dispuestos a mamar durante la primera hora después del parto, cuando el instinto de succión es muy intenso. Amamantar precozmente facilita la correcta colocación al pecho.
2. Ofrece el pecho a menudo día y noche, así establecerás un buen suministro de leche. Un recién nacido normalmente mama entre 8 y 12 veces en 24 horas.
3. Asegúrate de que el bebé succiona eficazmente y en la postura correcta.
4. Permite que el bebé mame del primer pecho todo lo que desee, hasta que lo suelte, así el bebé tomará la leche que se produce al final de la toma, rica en grasa y calorías y se sentirá satisfecho.
5. Cuanto más mama el bebé, más leche produce la madre.
6. Evita los biberones ‘de ayuda’ y de suero glucosado. La leche artificial mina el interés del bebé por mamar, el bebé succionará menos y la madre producirá menos leche.
7. Evita el chupete, al menos durante las primeras semanas, hasta que la lactancia esté bien establecida. Un recién nacido ha de aprender bien cómo mamar del pecho, y tetinas artificiales como el biberón o el chupete pueden dificultar este aprendizaje.
8. Recuerda que un bebé también mama por razones diferentes al hambre, como por necesidad de succión o de consuelo. Ofrecerle el pecho es la forma más rápida de calmar a tu bebé.
9. Cuídate, necesitas encontrar momentos de descanso.
10. Busca apoyo.