Drogarme, drogarme, drogarme, hasta hartarme, el placer por el placer, ¡total no sé qué hacer! dice Fabio McNamara en una de sus canciones recientes.

Mañna 26 de junio es el Día Internacional contra el uso indebido de drogas (desde luego, hay jornadas específicas para todo)

Al hilo de este problema, que ocasiona tanto daños personales como sociales, económicos y políticos en general (no tanto  por aquello del ‘uso indebido’, matiz, que por cierto, no deja de tener su gracia, sino por el entramado de amplias magnitudes que rodea la necia droga), el Laboratorio Echevarne amplía su oferta de pruebas para el análisis de drogas de abuso con distintas muestras biológicas.

fumadero de opio

Los tejidos humanos donde se depositan los residuos de algunas drogas son tres: saliva, orina y cabello. Cada uno arroja datos sobre la droga consumida y la antelación a la prueba de la consumición.

La saliva es la muestra idónea para localizar un consumo de drogas en las últimas 24-48 horas. En ella se pueden hallar restos de cocaína, opiáceos, metanfetamina, éxtasis y cannabis.

cocaina

En la orina se puede detectar un consumo de cocaína, opiáceos, anfetaminas, metanfetamina, éxtasis (MDMA), cannabis, feniclidina, metacualona y LSD en los días previos a la analítica.

El cabello conserva los residuos durante más tiempo. Una muestra de pelo extraída lo más cerca posible del cuero cabelludo puede delatar un consumo de drogas hasta tres meses anterior a la prueba.

cannabis

Este tipo de prueba se suele realizar a deportistas y otros profesionales, como por ejemplo los pilotos de vuelo.