Entrevista con la nutricionista y endocrina para salir de dudas entre tanta dieta milagro.
La información que nos llega sobre los distintos aspectos de la nutrición es, muchas veces, inquietantemente contradictoria. Lo que ayer se demonizaba es el nuevo maná de nuestros platos. Y viceversa, lo que conduce a la pesimista queja, seguro que la has escuchado o pronunciado alguna vez, de que “ya no sabe uno qué comer”.
La avalancha de dietas-de-moda-de turno-y-de-temporada no ayuda demasiado a esclarecer la situación.
La calidad de la tierra no es la que era, ni los sistemas de producción agrarios y ganaderos, ni la riqueza de los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) y micronutrientes (vitaminas, minerales), ni el estilo de vida cada vez más sedentario.
Como en todo, conviene adherirse a las pautas de sentido común y dar al cuerpo un combustible de calidad que asegure la energía necesaria para todo el día. A la hora de perder peso, no sólo hay que controlar las calorías, sino que es esencial saber elegir las mejores fuentes de cada macro. Siguiendo la pirámide nutricional, ¡es difícil equivocarse!
¿Qué comer en primavera? ¿Puedo hacer una dieta detox? ¿Tengo que comer únicamente alimentos ecológicos? ¿Necesito suplementos?
La doctora Samara Palma Milla, especialista en nutrición y endocrinología de IMEMA (Instituto Médico Estético de Madrid), ha respondido a éstas y otras preguntas sobre cómo y de qué alimentarnos.
¿Cuál es el tipo de alimentación más recomendada en primavera?
-La alimentación saludable, es la recomendable en cualquier época del año. Lo único que añadirían las estaciones sería en lo relativo a la verdura, la fruta de temporada, pero nada más. Quiero decir con esto que no es más saludable tomar 2-4 raciones de lácteos (ración recomendada en una alimentación saludable) en febrero que en octubre. Quizás cambien las formas de cocinado, en primavera se comen más alimentos frescos, en ensaladas pero los alimentos de la pirámide alimentaria son saludables siempre.
¿Existe un plan detox saludable?
– Nunca he visto en los libros y revistas científicas de nutrición nada escrito sobre planes detox.
¿Alimentos antioxidantes o recomendados por su potencial para prolongar la longevidad?
-Unos hábitos de vida saludables, esto es, el llevar una dieta equilibrada, como el patrón de dieta Mediterránea, realizar ejercicio físico a diario, evitar el tabaco y el consumo de alcohol por encima de lo recomendado, han demostrado mejorar el perfil de riesgo cardiovascular y el estado de salud en general. El envejecimiento es un proceso fisiológico que ha de acontecer irremediablemente. El alcanzar esta etapa de la vida depende de muchos factores de los cuales sólo podemos controlar unos pocos, entre ellos, los mencionados en las primeras líneas.
¿Hay algún alimento de los considerados “saludables” que quizá no lo sea tanto? Como los lácteos o el trigo…
-Como consecuencia de lo fácil que resulta sacar una dieta milagro al mercado, diariamente somos víctimas de determinados mensajes que no gozan de rigor científico alguno. En lo que respecta a los lácteos encontramos lo siguiente. Es cierto que la leche entera es una fuente de grasas animales evitables, por eso actualmente las recomendaciones van a favor de tomarlos semidesnatados. El tema de la lactosa es distinto, hay personas que presentan una intolerancia a la lactosa, pero dado que la lactosa no es necesaria para la vida, bastaría por cambiarla por leche sin lactosa, los yogures y los quesos por norma general son bien tolerados, si bien los niveles de tolerancia varían individualmente. Los lácteos son la fuente principal de calcio de la dieta, un micronutriente necesario para mantener, entre otras una buena salud ósea, pero pensar que sólo para eso sirve el calcio sería una equivocación. Los lácteos con o sin lactosa deben consumirse a diario, entre dos y cuatro raciones al día. Además, determinados estudios en torno a programas de pérdida de peso, demuestran que aquellas personas que, en un programa de adelgazamiento con una dieta equilibrada y ejercicio incluyen los lácteos semi o desnatados pierden más peso que los que no los toman.
En lo que respecta al trigo, como carbohidrato que es, debiera formar parte del patrón alimentario de toda persona que quiera seguir unas pautas de alimentación saludable. Salvo para el paciente con celiaquía, el consumo de trigo, per se, no ofrece riesgo alguno.
¿Cree que hay intereses agrarios en algunas recomendaciones nutricionales? ¿Suficiente evidencia científica en algunas afirmaciones que damos por buenas?
-De entrada, toda recomendación que no vaya avalada por una sociedad científica o política competente en la materia, debería de ser puesta en entredicho. Quiero decir, medidas como eliminar el pan de la dieta, los carbohidratos a partir de cierta hora de la tarde, el no tomar las frutas de postre, todos son mensajes sin evidencia científica que lo sustente. O por ejemplo el consumo de avena que se popularizó a través de la dieta Dukan, como el único cereal saludable, bueno, pues la gente le ha hecho caso, pero la fiabilidad de la fuente es bastante precaria.
Los intereses comerciales no van de la mano de las instituciones sanitarias.
¿Por qué las guías nutricionales hablan poco de la exposición ambiental a tóxicos?
-En líneas generales porque eso lo regulan las autoridades competentes en la materia. Las guías nutricionales las generan profesionales de la salud, y nuestras competencias van dirigidas hacia otros asuntos.
¿Qué problemas resuelve la alimentación ecológica?
-Además de los aspectos socio-económicos relacionados con lo que determina que un producto sea considerado como ecológico y se comercialice como tal, entiendo que los productos ecológicos están expuestos a una menor/ ninguna cantidad de sustancias químicas y que ello derivaría en beneficios para la salud. Si bien, la agricultura que no es considerada ecológica, ha de pasar rigurosos controles de calidad igualmente para llegar al consumidor libres de contaminantes.
¿Qué es más adecuado para perder peso, controlar calorías o macronutrientes?
-El problema de la pérdida de peso es que, a veces, los pacientes están dispuestos a perder peso a cualquier precio, quiero perder kilos independientemente de lo que ello suponga. Una alimentación equilibrada y saludable puede estar dirigida a la pérdida de peso, y deberá estar controlada tanto en calorías como en la distribución de macronutrientes, respetando siempre los porcentajes de carbohidratos (45-60% del VCT: valor calórico total de la dieta), proteínas 15-20% del VCT y grasas 30% (con bajo contenido en grasas saturadas, utilizando aceite de oliva como fuente de grasa principal).
¿Son los carbohidratos los responsables del engorde de la población? ¿Cuáles son los más recomendables y a qué hora tomarlos?
– Los carbohidratos, per se, en las cantidades que se recomiendan desde la Organización Mundial de la Salud, no son responsable de que la obesidad y el sobrepeso estén aumentando en lo que incidencia y prevalencia se refiere. El problema es el exceso de calorías que supone comer carbohidratos de forma excesiva. Por ejemplo, el pan pertenece al grupo de los carbohidratos, forma parte de la dieta y debe comerse en todas las comidas, ahora bien, si diariamente me como un kilo de pan en cada comida acabaré haciendo un balance energético positivo, más aún, si no hago deporte alguno y acabaré engordando. Pero pasaría lo mismo si en lugar de carbohidratos comiera grasas en exceso. A lo largo del día, es fácil tomar grandes cantidades de carbohidratos sin darnos apenas cuenta, por ejemplo, con las bebidas azucaradas. Beberse una cola con azúcar no va a hacer que ganemos peso, pero si nos bebemos 2l al día, pues si.
Los cereales integrales, tienen en ese sentido un mayor efecto saciante y ayudan al tránsito intestinal, no es que “engorden” menos, es que gracias a su digestión más compleja dan sensación de mayor saciedad.
¿Son recomendables los suplementos? ¿Cuáles serían los básicos en un escenario de alimentación normocalórica y saludable, sin carencias?
-Una persona que come adecuadamente, de forma equilibrada y ajustada a sus requerimientos calóricos y proteicos no precisa de suplementos vitamínicos, salvo que presente déficit de alguno de ellos, en cuyo caso, precisará de su reposición de forma específica y siempre bajo prescripción médica.
La doctora Samara Palma Milla atiende consulta en IMEMA,
Juan Hurtado de Mendoza, 15 (esq. Juan Ramón Jiménez)
28036 Madrid
Tel. 91 359 77 07. www.imema.es.