Cuando oigo la palabra papiloma, me acuerdo de un amigo que cada vez que quedábamos para hacer deporte hablaba sobre el que le había salido en el pie y lo molesto que le resultaba. A mi me hacía mucha gracia cómo sonaba la palabra en sí. Hoy en día cuando se pronuncia, asusta bastante, y no es de extrañar, según el doctor José Antonio Vidart, perteneciente a la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) y jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico Universitario San Carlos, el virus del papiloma humano (VPH) es el responsable del 100% de los casos de cáncer de cuello de útero, aunque estar infectado por el VPH no signifique que se vaya a desarrollar un cáncer.
Hay más de 100 tipos de VPH, la mayoría son inofensivos, se les considera de bajo riesgo y provocan verrugas en los genitales, pero hay entre 30 y 40 cepas consideradas de alto riesgo (la 16 y la 18 son las más virulentas) que pueden provocar cáncer en el cuello del útero, en vagina o ano en mujeres y en pene y ano en el hombre.
Los datos que se han manejado durante la sesión científica del RANM son escalofriantes, teniendo en cuenta que la principal vía de transmisión es a través de las relaciones sexuales, se estima que el 80% de las mujeres estará en contacto con el VPH en algún momento de su vida, la mayoría de las que contraigan el virus lo eliminarán espontáneamente a través de su sistema inmune entre 6 y 24 meses después de haberlo contraído, sin tan siquiera ser conscientes de ello. Al año cerca de 60.000 mujeres en toda Europa desarrollarán cáncer de cuello de útero, de las que el 50% fallecerá por esta causa. En España, la incidencia de este tumor es de más de 2.000 nuevos casos diagnosticados anualmente, siendo el segundo cáncer más frecuente en mujeres, tras el cáncer de mama.
Pero no todo iba a ser negativo, se ha asegurado que la mayoría de los casos podrían prevenirse mediante los programas de cribado y la vacunación. De hecho, según los últimos datos disponibles, la inmunización del VPH podría evitar más del 70% de todos los casos de cáncer de útero, ya que éste es el mejor agente protector que hay en este momento. Mediante las revisiones ginecológicas, tanto exploraciones como citologías periódicas (prueba de Papanicolau) se puede detectar la presencia del virus, por lo que se debe concienciar a la población femenina de la importancia de cumplir el calendario de revisiones. En la actualidad, además, las mujeres cuentan con una medida de prevención primaria, la vacuna frente al virus del papiloma humano. Existen dos, Gardasil y Cervarix altamente efectivas sobre todo antes de haber mantenido relaciones, por lo que se recomienda la vacunación a mujeres hasta los 26 años, hayan tenido relaciones sexuales o no.
Eso dicen, los laboratorios farmaceúticos y algunos médicos ¿tú qué opinas? ¿vacunarías a tu hija?