Ángela Navarro es uno de los nombres de referencia de la peluquería en España, durante 10 años fue directora de peluquería de Cibeles, ha sido asesora de políticos, cantantes, actrices… Pero hace tiempo decidió centrar sus esfuerzos en ayudar a pacientes oncológicos a través de su fundación, porque el aspecto físico, es clave en la mejora de la autoestima de los enfermos de cáncer, como reza el lema de su fundación ‘si nos vemos mejor, nos sentimos mejor’.
Trabajando con los problemas estéticos de algunos clientes que acudían a su centro, Ángela Navarro se dio cuenta de que había un gran vacío de información y de atender las necesidades reales para hacer un poco más llevaderos los efectos secundarios estéticos derivados de la quimioterapia y la radioterapia –caída del cabello, deterioro de las uñas y de la piel…-. Pero no necesariamente pacientes oncológicos, también se dieron cuenta del sufrimiento de las personas con quemaduras, que sufrían alopecias nerviosas…
Estos efectos secundarios hacen que la autoestima y el estado de ánimo de los pacientes descienda, lo que afecta directamente a la recuperación, porque cuanto mejor sea la actitud y el ánimo, mejor se afronta la enfermedad. Así, nació en 2002 la Asociación Española de Estética Reparadora Integral, que hoy se ha convertido en la Fundación Ángela Navarro.
Desde esta fundación llevan a cabo distintas iniciativas para hacer un poquito más fácil la vida de los pacientes y para que los que los atiendan sepan como hacerlo mejor.
Por un lado elaboran guías de autocuidado –avaladas por el Ministerio de Sanidad-, con consejos estéticos a seguir antes, durante y después del tratamiento oncológico: cuidado del pelo, cambios de imagen, cómo tratar la piel tras los efectos de la quimioterapia y la sensibilidad a la radiación. También se dan consejos más generales y se incluyen recomendaciones médicas.
Otro de los puntos de actuación son los cursos al personal sanitario –promovidos por la Comunidad de Madrid– y los cursos a profesionales y profesores de imagen personal –impulsados por el Ministerio de Educación y cofinanciados por la Unión Europea-. Son cursos de 25 horas en los que se les enseñan las herramientas necesarias para paliar los efectos secundarios estéticos producidos por los tratamientos contra el cáncer.
Especialmente interesantes son los talleres de autocuidado de 3 horas, unas jornadas prácticas en las que se enseñan a los participantes las técnicas de autocuidado más frecuentes para paliar los efectos secundarios estéticos derivados de los tratamientos contra el cáncer. Talleres para adultos, para adolescentes o infantiles -dirigidos a los padres de los pequeños- en los que se abordan temas como los cuidados de la piel tanto del rostro como del cuerpo y del cuero cabelludo; cómo ponerse la peluca y su lavado y mantenimiento; la forma de ponerse los pañuelos y gorros; automaquillaje corrector; o cuidado de las uñas.
Han desarrollado, además, ADAPTA, una línea cosmética enfocada a las necesidades particulares de los pacientes de cáncer. También han ido creando espacios en las áreas de oncología de los hospitales donde los pacientes son informados de manera individual de las diferentes alteraciones estéticas a las que se pueden enfrentar y los recursos que tienen a su alcance para paliarlas, también se les facilitan, en estos puntos, las guías de autocuidado.
Más información sobre los cursos en el Tel.: 678 547 562 (Francisco Delgado).