Este 2012 se cumplen 100 años del hundimiento del Titanic. Si pienso en este famoso naufragio, a mi cabeza –y supongo que a la de todos- regresa la historia de amor de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, con la que James Cameron arrasó en taquilla y que la convirtió en la película más vista de la historia, ¿quién no fue al cine a verla?
Y no porque se celebre este aniversario nos ha venido a todos a la mente este hecho, el desastre del Costa Concordia, con huída del capitán italiano –chulo y cobarde como él solo- de por medio, nos lo ha recordado a todos. Los cruceros no están en su mejor momento, porque después del Concordia, llegó el Costa Allegra, que se quedó tirado en medio del océano Índico –por cierto, que los nombrecitos de los barcos parecen una broma visto el final que han tenido-. Por eso, mejor quedarse en tierra firme y conmemorar este siglo desde el naufragio del Titanic con el mar lo más lejos posible, por lo que pueda pasar: el Balneario de Leana en Fortuna (Murcia) celebrará una cena benéfica que reproducirá el 14 de abril, la noche del Titanic 100 años después de su hundimiento. Porque su relación con este barco es una historia de película.
Juan Talavera, el tío bisabuelo del actual propietario –Pedro de Lenana– era armador en Barcelona y representante de la naviera White Star en España. En 1910 fue invitado a visitar los astilleros de Harland & Wolff en Belfast para seguir de cerca la construcción del barco. Se quedó fascinado con el comedor de primera clase y decidió construir una réplica adaptada al balneario. La escalera de acceso al comedor, también está inspirada en la del crucero, donde Leonardo DiCaprio esperaba a Kate Winslet repeinado y trajeado. Las piezas del comedor, sus maderas, tiradores y molduras, fueron hechos en Barcelona y llevados con mulas hasta Fortuna.
Aquella noche, los 325 pasajeros que viajaban en primera degustaron un menú con más de veinte platos. Consomé olga al oporto con láminas de vieiras, salmón poché con muselina y pepino, pollo salteado a la lionesa y tarta waldorf, son algunos de las exquisiteces que degustaron esos privilegiados –o no tanto, visto el resultado- y de los que se han elegido ocho, que serán los que se degusten en el Balneario de Leana la noche del 14 de abril, y cuyos beneficios irán destinados a Cáritas.
El mismo menú, con la misma música, en un comedor de época, a la entrada del que hay una exposición de objetos del barco que fueron comprados al descubridor de los restos hundidos. No falta detalle.
Después se proyectará la película de James Cameron y se servirá el cóctel Titanic. La noche se cerrará a las 02,20 de la mañana, en el mismo momento que el barco se hundía. Y durante la misma se lanzarán las mismas bengalas de salvamento que se lanzaron desde el navío en esa gélida noche. Y para completar la ambientación, los invitados que quieran, podrán acudir vestidos de época.
Una manera de vivir una noche de cine en un balneario con una historia muy hollywoodiense en todos los sentidos, Pedro de Leana, es perfumista –él mismo ha desarrollado una línea cosmética, aromaterapia y perfumes para su spa- y saltó a la fama el año pasado cuando se supo que el Partido Demócrata estadounidense, le habían encargado un perfume para Barack Obama.
Para esta ocasión especial se ha lanzado un pack especial de alojamiento para el fin de semana del 13 al 15 de abril en el Hotel Balneario (Precio: 210 euros / persona) o en el Hotel España (Precio: 150 euros / persona y media pensión) con la cena Titanic incluida y paquete Ensueño Termal que incluye la oferta termal de parafango, masaje de aromaterapia, piscinas termales y spa romano.