Dentro de poco os empezaremos a hablar de la operación bikini, de la operación sandalia y de todas las operaciones habidas y por haber para sacar a la luz, en las mejores condiciones posibles, los centímetros de piel que han permanecido ocultos durante el frío invierno. Y entre los grandes olvidados en otoño e invierno, están los pies.
Hace ya unos años os comenzamos a hablar de la Ictioterapia, de un tratamiento de pedicura que consiste en meter los pies en agua, donde unos pececitos llamados Garra Rufa, que succionando las células muertas de los pies, realizan una suave exfoliación. Una técnica especialmente beneficiosa para las personas con problemas en la piel.
Los garra rufa no muerden, succionan, pero los expertos advierten de que ya hay centros que en lugar de garra rufa, utilizan otros peces, que traen de China y sí tienen dientes. Estos peces sí muerden, por lo que podrían transmitir, en personas con las defensas bajas, enfermedades como la hepatitis o el VIH.
Pero la polémica está servida, porque el Colegio de Podólogos de Andalucía va más allá y en la nota de prensa difundida, denuncian el peligro de la Ictioterapia para la población en general –la que se realiza con Garra Rufa también-. Dicen que, aunque los centros que aplican este tratamiento ‘cumplan a priori con las normas de higiene y seguridad para poder llevar a cabo este tratamiento, el riesgo de propagación de infecciones de la piel como micosis o verrugas plantares, así como otras enfermedades como hepatitis B y C y VIH es muy alto’. También argumentan que ya hay países como Canadá y 18 estados americanos, que han prohibido esta práctica y que en Alemana, ‘se exigen extensos requerimientos para ofrecer este servicio como pruebas de sangre’.
Frente a estas afirmaciones, la Asociación Española de Distribuidores de Productos para Animales de Compañía (AEDPAC) –en declaraciones al diario La Vanguardia– sostiene que ‘la Ictioterapia es una técnica que viene aplicándose desde hace miles de años y en ningún caso se ha documentado ninguna transmisión de este tipo de enfermedades. Por el contrario, existen numerosos casos de doctores que lo recomiendan para tratamientos como la psoriasis’.
Desde la AEDPAC creen que los podólogos atacan esta técnica porque se ha convertido en competencia directa y lo ven como un ataque directo a su negocio.
Como siempre, cada uno mira por su interés, pero yo entiendo que si el Ministerio de Sanidad no ha intervenido y permite que estos tratamientos se lleven a cabo, será porque entiende que no hay riesgo para la salud. Aunque sí debería intervenir en aquellos centros que no están utilizando los peces adecuados. Tú, por tu parte, lo que puedes hacer para que no te den pez chino por garra rufa, es pedir un certificado al centro, que está obligado a facilitártelo, en el que garantice el tipo de pez que utilizan.