https://www.youtube.com/watch?v=61kHpmenkT8

(Ved el vídeo porque es buenísimo. En Los Simpsons le han dado “caña al azúcar” un montón de veces…)

El anhelo por los alimentos dulces es tan humano, que todo un Proust dedicó tomos y tomos a una simple magdalena.

Ancestral como los ritmos circadianos o la intuición ante un alimento venenoso, al hombre, y no digamos a la mujer en fases concretas de su ciclo menstrual, le gusta un dulce lo que no está escrito.

Antaño no había mucho donde elegir. El único sabor dulce que nos brindaba la naturaleza era el de las frutas y algunas hortalizas, lo que garantizaba, por otro lado, una fuente de hidratos inmejorable…

Los milenios de evolución han ido añadiendo opciones a nuestra mesita de postres, disponiendo actualmente de todo tipo de azúcares más simples que el mecanismo de una piruleta, refinados no por finos y elegantes, sino por todo lo contrario; eso cuando no son edulcorantes sintéticos, es decir: que ni siquiera existen sino que han sido creados en un laboratorio.

La chef Montse Batllori, que de esto sabe un rato, se pronunciará al respecto en el marco de la Feria de Biocultura de Madrid.

Según la chef, los edulcorantes que deberíamos evitar a toda costa son el azúcar blanco o refinado, la fructosa, los edulcorantes sintéticos (principalmente el acesulfamo K E-950, el aspartamo E-951, el ciclamanto monosódico E-952, la sacarina E-954) y los polioles industriales (manitol, sorbitol, xilitol, isomaltiol, lactitol y maltitol). Asimismo, hay que evitar la glucosa o dextrosa y el jarabe de maíz, obtenidos por procesos químicos y más baratos que el azúcar.

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Los recomendables son, siempre que el proceso de obtención sea natural y sin adulterar: el sirope o melaza de cereal ecológico, la miel cruda ecológica, la stevia, el jarabe de manzana y el sirope de arce.

Para un consumo esporádico y en cantidad moderada, Montse Batllori recomienda el auténtico azúcar integral de caña (azúcar de raspadura, panela o mascavo) y el sirope de ágave. Eso sí, teniendo en cuenta la glucemia sanguínea y que los diabéticos deben considerar que todos estos edulcorantes “saludables” elevan la glucosa con rapidez, excepto la stevia y el ágave.

Ay, ay, el azúcar blanco de nuestras entretelas, el polvo blanco que nos quita el sentío, la “coca de los niños”…

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¿Te intriga saber por qué deberías evitarla?

-El azúcar refinado acidifica y produce deficiencia de vitaminas y minerales, especialmente magnesio y calcio.

Disminuye las defensas y aumenta los depósitos de grasas.

-Repercute en el buen funcionamiento del sistema nervioso, produciendo una gran fluctuación energética que se traduce en hiperactividad/depresión y altibajos emocionales.

-Produce hipoglucemias reaccionales, hiperactividad infantil y desórdenes en la atención.

¿Qué te parece? ¿Te sigue apeteciendo un trozo de tarta de nata?

Montse Batllori dará una charla ampliando este tema el sábado 5 a las 16 en la Feria de Biocultura. A nadie le amarga saber más 😉