La población cada vez vive más, en 1975 la esperanza de vida era de 73 años y en 2010 ya se situaba en 82 años, le vamos ganando la batalla al reloj, envejecemos cada vez mejor y en mejores condiciones. Yo hago la prueba pensando en mis abuelos, para mí siempre fueron mayores, ahora veo a gente con la misma edad que mis abuelos cuando yo era pequeña y creo que están en una edad estupenda, me veo incapaz de aplicarles el calificativo de ‘viejos’, aunque he de confesar que parto de la base de que me parece una palabra muy fea y con una connotación muy negativa como para referirla a una persona.
Por eso surgen nuevos problemas, nuevas enfermedades a las que hacer frente, o ya estaban ahí pero nosotros le damos más importancia de la que tenían para generaciones pasadas, que las consideraban parte del proceso natural del envejecimiento. El envejecimiento trae consigo deficiencias funcionales en el organismo y entre ellas, en la piel, el órgano protector que nos aísla del entorno. Es el caso de la dermatoporosis.
A lo mejor te suena a chino pero es un fenómeno comparable a la osteoporosis en los huesos pero aplicado a la piel, significa la extrema delgadez y fragilidad cutánea que comienza a manifestarse a partir de los 60 años. Es el envejecimiento cutáneo, también llamado ‘síndrome de insuficiencia cutánea crónica’ –estos investigadores…-, que afecta sobre todo a las manos, los antebrazos y las piernas.
Para dar respuesta a este problema, los Laboratorios Dermatológicos Avène han formulado Denséal. Un tratamiento para las pieles más maduras que atenúa los primeros signos cutáneos de la dermatoporosis.
Denséal es un cuidado específico que permite atenuar los signos de la dermatoporosis sobre las zonas del cuerpo fragilizadas por el tiempo.
Este nuevo producto de Avène contiene fragmentos de ácido hialurónico que estimulan por vía tópica la síntesis natural de ácido hialurónico epidérmino y dérmino y devuelven densidad piel; retinaldehído que se transforma fisiológicamente en vitamina A según las necesidades de la piel y estimula la producción de colágeno y de elastina; aceites vegetales y minerales que nutren la piel pero sin efecto graso; glicerinas vegetales que mantienen el agua en la superficie de la epidermis y la rehidratan de manera continua; y como no podía ser de otra manera, Agua Termal de Avène que aporta su efecto calmante y desensibilizante.
Debe aplicarse por la noche en las zonas afectadas: antebrazos, manos y sobre la superficie delantera de las piernas, con un suave masaje hasta su completa absorción.
Precio: 19,75 euros / 100 ml.