Por Internet pasan ya muchas cosas de nuestra vida, que estés leyendo ahora este blog, el trabajo, comprar, diseñar los viajes a medida, ponerse al día de lo que sucede, encontrar pareja y ahora también programar las infidelidades. En estos tiempos que corren tienes que tener tiempo para tu iPad, tu iPhone, tu ebook, y también para tus infidelidades online. Sinceramente, seré poco moderna, pero no lo veo…, ya que vas a engañar a tu pareja, por lo menos cúrratelo un poco y asume el riesgo, si te pillan, lo tendrás bien merecido.
Cada vez son más las agencias que viven y se lucran del arte de poner los cuernos bajo la máxima del anonimato y la discreción. Agencias que ofrecen la posibilidad de ser infiel a la pareja o tener una aventura extra-matrimonial y no quieren ser pillados con las manos en la masa. El registro en la página suele ser gratis, pero si quieres interactuar con el resto de miembros de la comunidad, ya tienes que rascarte el bolsillo y pasar por taquilla.
Con lemas como ‘Uno de cada tres hombres y mujeres en España será infiel a su pareja a lo largo de su vida’ o ‘¿Estás casada? Revive la pasión: ten una aventura’. En una de ellas incluso aseguran que te devuelven el dinero si no consigues engañar a tu pareja.
Second Love, Victoria Milán o la última en hacer su desembarco en España, Ashley Madison son algunas de ellas.
La discreción es la promesa de todas, hasta el punto de que alguna ha creado hasta un ‘botón del pánico’, que redirecciona al usuario a una inocente página de decoración cuando su pareja o el jefe se acercan peligrosamente, claro, que si tu pareja te pilla mirando una página de decoración –algo que seguramente no has hecho en tu vida- lo verá como algo normal y en lugar de extrañarse pensará, ‘¡qué suerte, ahora le ha dado por la decoración!’.
A alguna de ellas se les ha acusado de crear falsos perfiles femeninos porque no tienen suficientes mujeres para tanto hombre, así que a lo mejor se está frotando las manos el susodicho al otro lado del ordenador pensando en su amante y está flirteando con un ser imaginario… Es lo que tiene el mundo virtual. Y es que parece que el 70% de los usuarios son hombres.
El aterrizaje en España de la última en llegar, Ashley Madison, no ha estado exento de polémica. A la agencia canadiense, que tiene ya casi 10 millones de adeptos en todo el mundo, no se le ocurrió otra cosa que utilizar la imagen del Rey en su primera campaña publicitaria para darse a conocer en nuestro país. Don Juan Carlos aparecía junto al príncipe Carlos y Clinton con el lema: ‘¿Qué tienen estas “realezas” en común? Nosotros no hemos inventado los cuernos’. Todo esto, en un cartel gigante en plena Gran Vía de Madrid, fue retirado, claro, a las pocas horas.
Pero parece que no están demasiado arrepentidos, porque en la nota de prensa que me llega de Ashley Madison vuelven a hablar sin problema sobre el mismo tema y leo atónita ‘La imagen del Rey Don Juan Carlos se convertía hace unas semanas en la protagonista de la lona publicitaria de Ashley Madison en plena calle de Gran Vía sugiriendo que él también, junto a una larga lista de personajes famosos, debería haber recurrido a los servicios de Ashley Madison’.
Y suman una larga lista de famosos envueltos en aventuras extramatrimoniales para demostrar que la infidelidad está a la orden del día y que si ellos lo hacen, ¿por qué tú no vas a hacerlo? También insisten en que poner los cuernos también es cosa de mujeres, supongo que querrán captar al público femenino, aunque según sus datos, el porcentaje de usuarias españolas de Ashley Madison de entre 18 y 29 años (32%), triplica al porcentaje de usuarios de la misma edad (11%). Aseguran que en España ya han superado los 300.000 usuarios y que el 88% de sus clientes llegan a tener una aventura real y otro 6% una ciberaventura a través de su agencia.
Yo sinceramente, entiendo que en los tiempos que corren haya muchas personas que buscan pareja a través de Internet, porque no tienen tiempo, porque en las vidas que llevan les resulta difícil encontrar lo que buscan o porque directamente les gusta buscar pareja por la red, pero me parece rizar el rizo y jugar con la desgracia de los pobres damnificados –los engañados- que los cuernos, ahora, también pasen por la red.