La felicidad, la mejor medicina para la salud

Como cantaba Bobby McFerrin, ‘No te preocupes, sé feliz, en la vida todos tenemos problemas, si te preocupas, los duplicas’.

La felicidad no es un estado de ánimo, es una actitud optimista ante la vida. Según el estudio ‘La Felicidad y la percepción de la salud’, elaborado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad y la Universidad complutense de Madrid, la felicidad es la mejor medicina para la salud, y los españoles más felices son aquellos que se sienten más sanos.

El Instituto de la Felicidad es un organismo creado por Coca-Cola España para realizar estudios y análisis sobre la felicidad con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Este estudio ha sido elaborado a partir de los testimonios de 3.000 encuestados en España, para ver si las personas felices son menos propensas a tener problemas de salud.

¿Eres feliz?

Una  actitud positiva ante la vida puede prevenir el desarrollo de enfermedades como la depresión, el estrés, el insomnio, el colesterol o la anorexia. Somos más felices si estamos sanos, pero es que tenemos mejor salud cuanto más felices y positivos somos.

Las personas menos felices tienen más tendencia a sufrir problemas físicos y psicológicos. La posibilidad de que una persona feliz tenga una depresión es nueve veces menor que quienes son menos positivos. Y la posibilidad de padecer insomnio es cuatro veces menor. Además, diversos estudios han demostrado que las personas optimistas tienen menos riesgo de sufrir un ataque al corazón y su cerebro está también más protegido de los ictus. Aunque quizá también tenga que ver que las personas positivas tienen costumbres más saludables. Y la felicidad, también es, por supuesto, belleza, una persona feliz lo refleja en su cara, en su piel.

Pero no valen excusas del tipo, ‘yo es que soy negativ@, siempre he sido así’, porque el optimismo no viene sólo, hay que trabajarlo y ejercitarlo cada día. Hay que educar a los niños, desde pequeños, para que afronten la vida con una actitud positiva, la alegría vital se construye a base de las interpretaciones que hacemos de las situaciones, si las sociedades enseñaran a sus pequeños, a enfrentarse a esas situaciones, sean positivas o negativas, con una visión optimista, otro gallo nos cantaría.

Hay que aprender a encontrar un sentido a las desgracias y aprender de ellas, que sufrirlas no sólo no se convierta en una causa de disminución de la felicidad, sino en una oportunidad para su aumento y crecimiento personal.

Reír a carcajadas, aprender a ver el lado positivo de las cosas, a relativizar los problemas,  a sentirnos afortunados de lo que tenemos, a disfrutar de las pequeñas cosas y de los momentos especiales…

La felicidad es algo muy subjetivo, hay quienes son felices con muy poco y quienes necesitan mucho para ser felices. Pero, normalmente, aquellas personas que busquen una vida idílica como única forma de llegar a ser felices, malgastarán toda su vida.

‘Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace’ decía Jean Paul Sartre. Creo que ese es el secreto, en cambiar el chip y amar lo que haces, a los que tienes a tu alrededor, procurar siempre ofrecer a los demás una sonrisa. Si tu regalas a los que te rodean lo mejor de ti mism@, recibirás lo mismo de los demás.

Si hay salud, todo lo demás se termina superando, con esfuerzo y también con grandes dosis de optimismo.