Los colores de lacas de uñas sin tóxicos y con menos alergias.
Las uñas son el punto y final de las manos, remates a su vez de las extremidades más visibles del cuerpo; e incluso del look Se busca que el esmalte combine con estilismo y maquillaje y que favorezca según el color de piel –yo me “pruebo” las lacas contrastando el tono con el de mi rostro-
La elección de colores es mundo aparte y hay quienes sostienen que no es casual.
Un rojo encendido sería el recuerdo atávico de la caza, el “olor” de la sangre sobre nuestras exquisitas zarpas, los colores “marcianos” inexistentes en la naturaleza, el colmo de la sofisticación.
Lo que conviene no perder de vista es mantener ciertas pautas de uso, que no de abuso. La uña tiene que respirar. Igual que nos desmaquillamos cada noche, deberíamos dejar unos días de respiro a esos decorativos apéndices del cuerpo que tanto dicen de nosotras.
Eso, y elegir muy bien el producto.
Yo te sugiero que busques esmaltes libres de ciertos químicos, concretamente: formaldehído, tolueno, alcanfor y dibutilftalato (DBP). Sí, leídos así realmente apetece no saber mucho de ellos… Pero, ¿en qué se traduce esto para nuestras uñas?
-Son químicos abrasivos que las secan y pueden llegar a escamarlas y dividirlas.
-Son los causantes, además, de la pérdida de color de las uñas.
-Debido a esta decoloración, muchas mujeres vuelven a aplicar el esmalte para cubrir los daños, con lo que las uñas no dejan de empeorar.
La información no sólo nos hará libres y poderosas, sino que además… nos dejará las uñas perfectas, con una superficie más lisa y, sobre todo, sana.
Una de las marcas que comercializan estos esmaltes libres de químicos es Révérence de Bastien.
En palabras del propio Bastien González: “Yo no estoy en contra del esmalte, sino más bien de su uso continuo. Hay soluciones disponibles para evitar que estos productos químicos estén presentes en las fórmulas de los esmaltes. Por este motivo decidí controlar mi propia colección y desarrollé mis colores sin formaldehído, tolueno, alcanfor y DBP.”A lo que añade: “Es mejor utilizar el esmalte como el maquillaje y retirarlo periódicamente para que la uña pueda airearse y restaurar sus niveles de humedad. Lo ideal: un máximo de 3 días esmaltadas y 2 días libres de esmalte.”
Sobre el papel no suena mal, pero en la práctica es difícil encontrar el tiempo para andar de manicuras cada dos por tres… Por esta razón, Révérence de Bastien ha lanzado una nueva (y controlada) opción para el “alicatado” de las uñas.
La Colección 2010 no contiene ninguno de los productos químicos mencionados. Además, los esmaltes han sido testados dermatológicamente, otorgan brillo de larga duración y la aplicación es muy fluida y suave. El diseño del pincel facilita una aplicación sencilla tanto si eres profesional como amateur –es decir, si te las haces tú solita con esas manitas y sus abalorios-
Volviendo al tema del color y su impacto emocional, Bastien se ha centrado precisamente en el rojo, ya que para él es el más atemporal, femenino, apasionado y cálido.
Los rojos oscilan en una gama de 4 tonos, destinando los tres siguientes a la suavidad del rosa pastel. Los números 8, 9, 10, 11 y 12 son una gama de rosas impactantes. Los números 13 y 14, los Burdeos más clásicos, y el 15 y el 16, ¡las sorpresas!, los colores bizarros para las que busquen un estilo chocante. Completan la gama los dos tonos para la manicura francesa.
El precio de estas lacas es 16 euros y puedes encontrarlas en la Perfumería Nadia de Madrid (Diego de León, 35 y Velázquez, 46)
Date una puntilla a la mano bonita y sana, ¡que las disfrutes!