Juliette has a Gun es la marca de perfumería de autor o niche creada por Romano Ricci, orgulloso heredero de una de las sagas francesas con más solera: la iniciada por su bisabuela Nina.
“Romeo, Romeo, ¿dónde estás que no te veo?… Ponte a tiro, porque te digo ya que si te obstinas en hacerte el interesante ahí te quedas, que hoy tengo demasiado quehacer”.
La Julieta moderna se reescribe a cada momento. Femenina y coqueta, vive el romanticismo sin renunciar a su libertad, mientras se enfrenta al mundo con su perfume, su arma de seducción.
Romano Ricci, creador de Juliette has a Gun
El honor de los Ricci está a salvo en manos de su cachorro. Juliette has a Gun cuenta ya con seis referencias en catálogo, dos de ellas creadas por Francis Kurkdjian y el resto por el propio Romano Ricci. Fragancias destinadas inconfundiblemente a una mujer segura de su condición, en torno a juveniles versiones de la rosa… pero en una reinterpretación muy alejada de la que le gusta a tu abuela, sino más bien una que sugiere rock y poderío femenino.
Los perfumes no son la única pasión olfativa del lobito Ricci. Fanático de las velas perfumadas y de ciertos iconos, ha lanzado recientemente una colección de tres velas fantásticas hundidas en timbales de plata: Marilyn, Lucifer y Mary Jane.
En palabras del creador: “Siempre me han fascinado las velas. No sé si se debe a una especie de neurosis, pero me es muy difícil resistir el deseo de poseer una más. Es como si, una vez encendidas, el embrujo de su llama y de su aroma me hechizara para comprar la siguiente. Y como igualmente adoro hacer lo que se me viene a la cabeza, no he podido resistir el deseo de crearlas a mi vez. Les propongo este tríptico, en el que cada una se une a un símbolo particular.”
Marilyn Monroe quería ser amada por ti. Encarnaba el Glamour, una Belleza atemporal de formas generosas. Pero fue algo más que icono. Conquistó el cine americano de los años 50 para devenir, sin ninguna duda, en una de las mujeres más célebre del siglo XX.
Esta vela la homenajea con su nota de lipstick empolvado, para que pueda vivir entre nosotros un poco más de tiempo…
Lucifer significa en latín “el que trae la luz”. Interesante idea como motor de ignición de una velita…
Si existe Jesús, ¿por qué no debería existir Lucifer? ¿Cómo podría existir el blanco sin su opuesto? ¿No estamos todos constituidos por un “lado oscuro”? Evidentemente… Y es, de hecho, lo que nos convierte en humanos. La incoherencia esencial del alma.
¿Pecadores nosotros? ¡Diablos, sí!
La vela Mary Jane completa esta trilogía de tentaciones. Y por cierto, qué nombre tan bonito para una sustancia tan maliciosa… También conocida como hachís o cáñamo, esta resina compuesta por marihuana comprimida se utiliza desde hace más de 5.000 años… ¿Por alguna razón en particular? Sí, al inhalar la sustancia, el hombre se vería gratificado por una cierta beatitud, sintiéndose más artista, más justo: más noble, por decirlo en una palabra.
¿Los paraísos artificiales en el corazón de la imaginación del Hombre? Según Charles Baudelaire, serían incluso responsables de nuestra necesidad de Infinito…
Precio: 48 euros/ 200 gr.
De venta en: BoMonde (Campoamor, 10) y Le Secret du Marais (Hortaleza, 75)
Lucifer dice:
Irma la Dulce 
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