Da igual el tipo de tomate que consumas, todos tienen los mismos beneficios para tu salud. Aunque no es lo mismo consumirlo crudo que cocinado, sus propiedades antioxidantes son muy valoradas.
La doctora y nutricionista Elena Soria de Clínica Menorca nos cuenta los múltiples beneficios del tomate.
Esta fruta tan versátil es beneficiosa para tu salud y es la reina de muchas recetas de cocina mediterránea e internacional. Del gazpacho a los zumos, las ensaladas, los sofritos y las salsas, el tomate está riquísimo de mil maneras y es un superalimento saludable.
El tomate es una fruta originaria del continente americano y en Europa se comenzó a cultivar para su consumo en el siglo XVII. Se han desarrollado en el mundo más de 20.000 variedades de tomates.
¿Por qué han perdido su encanto y sabor nuestros tomates mediterráneos?
Se debe al terreno de cultivo, a los procesos químicos a los que se les somete durante su cultivo y a la recolección. Los tomates son un fruto de verano, en cambio, los tenemos en cualquier época del año. Los terrenos de cultivo están empobrecidos y la recolección se realiza cuando aún no han madurado lo suficiente. El proceso de maduración se realiza en cámaras o con los propios consumidores. Todo ello nos lleva a tener productos de menos calidad.
¿Cómo se obtienen las mejores cualidades del tomate, crudo o cocinado?
Lo que es importante es comer la piel bien lavada y triturada. El proceso térmico favorece a la rotura de las paredes celulares del tomate y por tanto la liberación del licopeno y otras moléculas. El tomate, asociado a aceite de oliva virgen extra, nos aporta mayor valor nutricional. La pasta de tomate concentrada y la salsa de tomate frito tienen mayor contenido de licopeno que el tomate al natural. Se asimila mejor cocinado si se ha sometido a un proceso térmico.
Los beneficios del tomate en tu salud por la doctora Elena Soria de Clínica Menorca
Neutraliza los radicales libres
Los antioxidantes más destacados del tomate son el licopeno, la vitamina C, y la vitamina E, que actúan neutralizando los radicales libres. Esas moléculas casuantes del envejecimiento que oxidan nuestras células a través de procesos metabólicos como reacción al estrés, la contaminación o una mala alimentación. También intervienen como mecanismo de defensa frente a patógenos (virus, bacterias, etc.). Si los radicales libres no son neutralizados, producirán daños en nuestro organismo en forma de inflamaciones, múltiples tipos de cáncer…
En la medida que el tomate contiene antioxidantes, contribuye a evitar dichas afecciones. Se conoce la existencia de componentes dietéticos asociados a la prevención del cáncer, son los denominados inmunopotenciadores. Entre ellos están la vitamina C, la vitamina A, los B-carotenoides y selenio, y éstos se hallan en el tomate. En general, los fitonutrientes, que son los nutrientes del mundo vegetal, son protectores de la salud y previenen el cáncer.
El licopeno previene los accidentes cerebrovasculares
Hay estudios de investigación que demuestran que el consumo de licopeno (el caroteno que da color rojo a los tomates) reduce los niveles de colesterol de baja densidad o LDL (conocido como colesterol malo). El LDL-colesterol se adhiere a los vasos sanguíneos produciendo una lesión denominada placas de ateroma. La existencia de estas placas determina el inicio de ciertas enfermedades cardiovasculares. El licopeno, en la medida que participa en la prevención de dichas placas, previene la enfermedad cardiovascular.
Ayuda a limpiar la piel cuando se toma en zumos o se aplica como mascarilla casera
El zumo de tomate contiene un alto porcentaje de nutrientes, que son beneficiosos para la piel. Estos incluyen la vitamina A, la vitamina C, el licopeno y las proteínas. El licopeno es un carotenoide, que contrarresta la acción de los radicales libres en el cuerpo. Este es un fuerte antioxidante, que le da al tomate su color distintivo. Lo que hace que el tomate sea un regalo especial para la piel y la salud, es su alto contenido de antioxidantes. Transforma la piel opaca y le da un aspecto juvenil. Es ideal para la limpieza de los poros de la piel. Regula su pH y cura las irritaciones. Sirve como un astringente natural y contrae los poros, propensos a la acumulación de suciedad cuando están demasiado abiertos. Es también un remedio maravilloso para deshacerse de las espinillas y puntos negros.
Alivia las molestias menstruales
Todo lo que sea una dieta desintoxicante antes de la regla y durante la ovulación va a contribuir a aliviar las molestias típicas y aquí el tomate colabora con su buena función depurativa. Por su alto contenido en potasio y escaso en sodio, es considerado un alimento con efecto diurético y beneficioso para la eliminación de toxinas. También por su contenido en vitamina K, que regula el exceso de flujo menstrual.
Regula la función intestinal
Su alto contenido en fibra y otras sustancias convierte al tomate en un suave laxante, ayudando a regular la función intestinal y a reducir el riesgo de enfermedades gastrointestinales.
Evita las cefaleas
Por su alto contenido en vitamina C, con propiedades analgésicas de prostaglandinas que son las responsables del dolor, los tomates pueden considerarse un buen aliado anti cefaleas. Incluirlo en la dieta diaria, en las tostadas del desayuno por ejemplo, es una opción muy saludable a tener en cuenta.
Ayuda a la visión (vitamina A)
A ningún alimento con sus macronutrientes y micronutrientes por sí solos, puede atribuirse beneficios curativos o preventivos al 100%. Dicho esto, La vitamina A es fundamental para la correcta visión, en la prevención de la degeneración macular y ceguera nocturna. El tomate contiene vitamina A, pero por sí sólo no previene dichas enfermedades o nos asegura una buena visión, aunque sí contribuye a ello, por lo que no debe faltar en tu dieta.