Prácticos y estéticos, los cortes de pelo corto pueden sacar lo mejor de tus facciones… si sabes cómo.
Hace falta valor, pero quienes se han atrevido con el corto no cesan de declamar las bondades de estos cortes de pelo. Es cuestión de ajustarse a ciertos cánones ‘arquitectónicos’ y desbrozar la materia prima según sea tu cara. Nos lo cuentan los expertos.
Te apetece un cambio, bien porque estás en medio de una debacle emocional (ay, amiga, si una estilista no fuera también un poco psicóloga), porque necesitas tardar menos en arreglarte la melena o porque te va la marcha. Ningún perro ha meado sobre un coche en movimiento, dijo un discípulo de Platón (gracieta), y un buen corte radical podría ser una herramienta tan buena como cualquier otra para sentirte distinta.
¿Lanzarse a los cortes de pelo corto es de guapas… o de valientes? Veamos distintas maneras de explorar las posibilidades de nuestra propia imagen en un rango de riesgo de menor a mayor.
Cortes de pelo corto para todos los tipos de rostro: el pixie, un, dos, tres, responda otra vez…
Twiggie, Mia Farrow o Jean Seberg son ejemplos señeros de este corte de pelo. Más recientemente –‘dime que has nacido en el 80 sin decirme que has nacido en el 80’-, Rihanna, Úrsula Corberó, Charlize Theron o Anne Hathaway han lucido permutaciones de este corte clásico que realza las facciones y rejuvenece cosa mala.
En palabras de Paul Tudor, responsables del salón David Künzle Fuencarral, “se adapta a todo tipo de caras, aunque favorece más a quienes tienen cuello larga y baja estatura o rostro redondo, si se tiene volumen en la parte posterior”.
Fresco y sumamente moldeable, va perfecto con todos los tonos.
Para caras ovaladas y alargadas: el nape bob
Un corte femenino y elegante con ese toque chic parisino que es inevitable asociar a un icono del cine: Audrey Tautou en Amélie.
Aporta dinamismo al pelo liso y genera movimiento y volumen.
¿Te estás iniciando en el corto? Prueba el wob.
Es la apuesta de Adriana Pérez, directora del salón Sonia Atanes Hair Beauty, para mujeres con caras ovaladas y alargadas. Se trata de una mezcla de bob y wavy con un largo máximo hasta la altura de los hombros (muy easy going), que “admite variaciones en la parte de atrás y hasta el mismo nacimiento del pelo. A este corte le sientan particularmente bien las balayage en tonos caramelo y cálidos, puesto que aportan luz, movimiento y personalidad”.
A tope de riesgo: los nuevos cortes skinny, mohawk o mohicano.
Reconozcamos que no es fácil integrarse en una sociedad completamente convencional como la nuestra con media cabeza rapada o afeitada. Ni aunque te llames Miley Cyrus o Florence Pugh, que no es que busquen ‘integrarse’, sino más bien ‘distinguirse’. Quien quiera llevar este corte debe reunir ciertas cualidades. A saber, capacidad de decisión, seguridad en una misma, atrevimiento y ganas de rockandrollear.