El yoga facial y el kinesiotaping forman parte de las estrategias de muchas mujeres para retrasar la aparición de arrugas.
El yoga facial es una técnica de estiramientos que tonifica los músculos, tal y como hace el corporal. El kinesiotaping, uso táctico de la cinta de kinesiología, estira la piel generando tracción hacia arriba.
Y la pregunta que todas nos estamos haciendo mientras la angustia nos corroe (digo, por darle un poco de emoción): ¿funcionan estas vainas?
Respuesta: la una, siendo exquisitamente constante y prolija, puede funcionar. La otra no. Taráaaan.
El rostro consta de 57 músculos. Si para levantar el culo hacemos sentadillas, ¿por qué no enfocar la estructura muscular del mismo modo?
“Los ejercicios faciales pueden mejorar la apariencia y reducir algunos signos visibles del envejecimiento”, asegura el doctor Murad Alam, líder de la investigación sobre yoga facial realizado por la Northwestern University (EE.UU.). “Fortalecer los músculos consigue que el rostro se vuelva más firme, tonifica y joven”.
Y la otra pregunta que sé que está generando inquietud: ¿cuánto tiempo hay que dedicar a poner la cara como una piedra? En este caso, la respuesta no puede ser más halagüeña: sólo 10 minutos 6 días a la semana. ¡Ay, si el culo fuera así de agradecido!
El alma mater del método Masc Facial Alessandra Scavone propone varios ejercicios para hacer en cualquier momento y así estimular la circulación y oxigenar las células de la piel. El sistema, asegura, promueve la síntesis de colágeno y elastina. Lo encuentras aquí.
Otra opción es aplicarse la crema nuestra de cada día con la pericia de una facialista. En este sentido, te recomendamos el automasaje de Abigail James, facialista y gurú de la piel británica que en este vídeo te enseña cómo hacer un masaje lifting en 7 minutos. Aparte de lo luminosa y jugosa que tiene la piel, de ella me encanta que se aprecia que no se ha hecho ‘nada’ (o, al menos, mi ojo clínica no detecta toxina botulínica ni rellenos visibles).
No te ‘rayes’. De verdad, no hay necesidad.
En cuanto al kinesiotaping o face taping… Con gran dolor hemos de reconocer que se trata de un trend de TikTik venido a más -un poco como casi todos-. El invento consiste en aplicar la cinta de kine para generar tracción e impedir la flacidez que forma la arruga. Se trata de una evolución del viejo truco de maquillaje de emplear cinta transparente para rasgar los ojos, marcar el pómulo o reafirmar la mandíbula en cuestión de segundos, tip que se emplea con éxito en alfombras rojas o editoriales de moda. El problema es que se trata únicamente de un trampantojo visual que desaparece, como la calabaza de Cenicienta, en cuanto dan las doce.
“La cinta no reduce las arrugas ni trabaja sobre la firmeza, ya que se debe tratar desde dentro con estimulación por maquinaria facial o mediante el uso diario de cosméticos que fomenten la producción de colágeno y elastina. O con principios que enfaticen la firmeza muscular, como ocurre con el DMAE”, aclara Raquel González, cosmetóloga y directora de educación de la misma firma, Perricone MD.
Antes de plantarte la cinta en la cara es imprescindible realizar una prueba de alergia (una amiga mía terminó como una cebra por no hacerla) y, además, el pegamento que contiene no es en absoluto beneficioso para la piel.
¿En conclusión, querida Belleza Pura? Yoga facial o automasaje, sí. Kinesiotaping no, pero gracias por venir.